Es muy común que en las cocinas mexicanas preparen el tradicional caldo de pollo, creo que a todos nos ha pasado que enfermamos nuestras mamás y abuelas siempre para reponernos nos hacen un caldito de pollo. Pues esto no es solo tradición, el caldo de pollo es un poderoso alimento.
Todos los mexicanos a lo largo de la vida estamos acostumbrados a degustar este delicioso alimento. El caldo de pollo se ha trasmitido generación tras generación, pero en realidad cuales son los beneficios que el caldo de pollo aporta a nuestro cuerpo.
¿Cuáles son las propiedades nutricionales del caldo de pollo?
Las Vitaminas que contiene el poderoso caldo de pollo son la vitamina B y la C, minerales y proteínas, son algunos nutrientes que nos aporta un plato de este alimento, además de saciarte, de fácil digestión y una forma de contribuir a la hidratación de nuestro cuerpo.
Todos los caldos de verduras aportan minerales y vitaminas, como la C y la A, dependiendo de las verduras que elijas, las cuales si bien una parte se pierde en la cocción, no desaparecen completamente.
Sin embargo, al añadir un alimento de origen animal, como el pollo, enriquecemos la sopa con proteínas de alto valor nutritivo, además de hierro, presente en la carne.
Los expertos aseguran que al cocinarse el pollo, otorga una gran cantidad de vitaminas del complejo B, tanto así que una ración de caldo podría cubrir hasta el 93% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina, además de aportar fósforo.
Asimismo, si se desgrasa el caldo, se convierte en un plato bajo en calorías e ideal para todas las edades. Incluso puede ser parte de una dieta de control de peso y ayudar a los adultos mayores a lograr una mejor hidratación cuando no consiguen hacerlo de otra manera.
Beneficios
Es de fácil digestión. Al retirar la piel y desgrasar el caldo, no sólo se reduce el consumo de grasa, también la carne es más digerible para personas de cualquier edad.
Ayuda a aliviar dolores articulares. Gracias a su contenido de sulfato de condroitina, glucosamina y otros compuestos del cartílago del hueso de pollo, ayuda a reducir el dolor e inflamación de las articulaciones.
Combate el insomnio. La glicina, uno de los aminoácidos del pollo, tiene propiedades calmantes que ayudan a conciliar el sueño.
Contribuye a tener huesos fuertes y saludables. Esto porque el pollo es rico en calcio y magnesio.
Reduce los síntomas de la gripe. Gracias a su valor nutricional ayuda a revitalizar el cuerpo, además, especialistas han ligado la cisteína, otro aminoácido, a la capacidad para facilitar la expulsión de moco de los pulmones.
Ahora si ya lo sabes, cuando te dispongas a comerte un caldito de pollo lo disfrutaras mejor al saber lo bien que le hace a tu cuerpo.