El cáncer de estómago empieza en las células que recubren el estómago y producen mucosidad. Este tipo de cáncer se llama adenocarcinoma.
En los últimos años, los índices de cáncer en el cuerpo del estómago se redujeron a nivel mundial. Durante este mismo tiempo, se volvió más frecuente padecer cáncer en la parte superior del estómago, en el cardias. A esta zona se le llama unión gastroesofágica.
Los síntomas que esta enfermedad podría estar causando en tu cuerpo son:
Dolor estomacal.
Nauseas sin razón.
Fatiga.
Sensación de hinchazón al comer.
Ardor persistente e intenso en el estómago.
Sensación de saciedad después de ingerir pequeñas porciones de comida.
Vómitos constantes.
Adelgazamiento involuntario.
Lo ideal es que acudas al médico desde el momento en que sientas malestares de cualquier tipo, por eso es muy recomendable no automedicarse para no calmar malestares que después se agravarían con el tiempo. En caso de que tengas signos y síntomas que sean muy recurrentes, es mejor hacerte estudios clínicos para asegurar que son malestares que pueden ser tratados adecuadamente.
El cáncer inicia, generalmente, cuando ocurre una mutación en el ADN de una célula. La mutación hace que la célula crezca, se divida rápidamente y viva por más tiempo que una célula normal. Luego, la acumulación de las células cancerosas forma un tumor. Las células cancerosas pueden desprenderse el tumor y extenderse a otras partes del cuerpo.
El cáncer de la unión gastroesofágica se encuentra relacionado con la enfermedad por reflujo gastroesofágico, y en menor medida, se relaciona con la obesidad y el tabaquismo. La enfermedad por reflujo gastroesofágico es un trastorno causado por el reflujo frecuente de ácido estomacal al esófago.
Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo es la historia clínica de enfermedad por reflujo gastroesofágico y de obesidad. Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer estomacal:
Infección por Helicobacter pylori.
Antecedentes familiares.
Alimentación baja en frutas y verduras.
Una alimentación alta en alimentos ahumados y salados.
Pólipos estomacales.
Tabaquismo.
Anemia perniciosa.
Prevención
Puedes prevenirlo de la siguiente manera:
Dejar de fumar.
Hacer ejercicio.
Comer frutas y vegetales.
Reducir la cantidad de comida salada y ahumada que ingieras.
Nota: en caso de que tengas riesgos de padecer este cáncer, consulta con tu médico el cómo puedes prevenirlo.