El 8 de noviembre tendrán lugar las elecciones de medio término en las que se renovarán los 435 asientos de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 espacios del Senado norteamericano. Como vaticinan diversas encuestas la batalla será intensa entre las dos formaciones políticas centrada en dos agendas, incluida la reciente decisión de la Corte Suprema de abolir el derecho constitucional al aborto y el reiterado debate sobre política migratoria, en un país de añeja tradición migratoria.
Joe Biden y su partido se han anotado victorias políticas importantes que, sin embargo, no le garantizan buenos resultados en las elecciones legislativas, como la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación y un mejor entorno económico reflejado en la recuperación del empleo, así como la investigación iniciada a Trump por resguardar archivos privados de la Casa Blanca en su residencia. Por su parte, los republicanos han convertido en ideológica la batalla política.
Hacer grande a América otra vez, el grito de guerra de Trump es replicado por varios gobiernos estatales que están tomando insólitas medidas para frenar la migración y mostrarla como un grave problema; ocurrió con el envío de autobuses con migrantes de Texas a Nueva York, un estado demócrata considerado santuario, o el vuelo fletado hace una semana que trasladó a 48 migrantes venezolanos desde Texas hacia una isla de Massachusetts pero pagado por el gobernador de Florida, a quien ya se le inició una investigación por estos hechos.
Al iniciar su administración, Biden prometió también una reforma migratoria pero el tema ni siquiera se ha debatido en el Congreso. En junio de 2021, la Vicepresidenta Kamala Harris dio un mensaje claro a quienes intentaran llegar a su país: “No vengan”. Pese al despliegue policial y militar en las fronteras de Centroamérica y México, el flujo de personas que buscan llegar a EU ha registrado cifras récord.
La Oficina de Migración y Aduanas informa que entre octubre de 2021 y agosto pasado, el número de migrantes detenidos en la frontera con México alcanzó los 2.2 millones; una tercera parte (744 mil) son de origen mexicano cifra tres veces mayor a las detenciones de 2019. Los intentos por cruzar la frontera se hacen una media docena de veces hasta alcanzar el objetivo. A la tradicional y dolorosa migración centroamericana se suma de forma dramática la de cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses. Las causas de la migración, todas, siguen ahí.
La nueva configuración en el Capitolio será crucial en la agenda doméstica sobre migración y también impactará en la relación con México. La organización de nuestros paisanos es fundamental para incidir en dicha agenda.