Este domingo se conmemoró el Día Internacional del Migrante y para celebrarlo con los suyos, finalmente llegaron a tierras potosinas, más de 10 mil paisanos que participaron en la XV Caravana Migrante, llegaron a tiempo.
Con saldo blanco y custodiadas por autoridades federales y estatales, arribaron las 2 mil 380 camionetas en las que se transportaron los paisanos hasta sus comunidades de origen, la mayoría en la zona media, altiplano y centro.
El júbilo fue enorme entre las familias que recibieron a los suyos, no sólo porque las “trocas” vienen cargadas de regalos, aparatos, ropa, calzado, muebles y muchas cosas más para dar a sus seres queridos, sino porque los lazos de sangre entre hijos, padres, hermanos y demás familia, están a flor de piel y se manifiestan con lágrimas, abrazos, risas y todos los sentimientos posibles.
Hoy, en el Día del Migrante nuestros paisanos comerán sus platillos y guisados favoritos, esos que tanto añoran allá en los Estados Unidos. Se sentarán a la mesa a saborear esas delicias preparadas por sus “jefas” con tortillas recién salidas del comal, su café de olla, sus chilitos serranos y tantas otras cosas.
De la mesa seguramente muchos se irán al panteón del rancho a visitar las tumbas de sus abuelos, padres, hermanos, amigos, les llevarán flores, limpiarán sus tumbas, quizás les lleven música con mariachi, banda o tambora y las lágrimas volverán a caer ante el recuerdo de los que ya no están.
Pero no todo son recuerdos y penas, hoy en su día, los hermanos migrantes recorrerán las calles de sus comunidades en sus “troconas” bien “perronas”, con sus rines cromados, la música bien “machin” y el orgullo en lo alto, y porque no, sí para eso se la “rifan” en el “gabacho”, para hacerse de sus “muebles” y sus “dolaritos”, tener lo suyo pues.
El comercio y las autoridades de cada municipio y comunidad también estarán contentos con la llegada de los paisanos, saben que sí de por si todo el año mandan sus remesas para apoyar a los suyos, ahora que están aquí, gastarán y pagarán todo lo que se necesite y les guste, por eso hay que agradecerles también, porque sin su aporte, ya estaríamos en quiebra.
Y así transcurrirá el día del migrante en nuestras comunidades y municipios potosinos, con el gusto de reencontrase con su gente y amigos y con la satisfacción de que lo han logrado, la hicieron, les pegó, por eso agradecerán a la Virgencita y luego, pos, una “beer”, o un Mezcal o un Tequilita pues, por el gusto de haber vuelto a casa y saberse “chingones”.