El pasado 17 de febrero, Kenia Alejandra, de 22 semanas de embarazo, acudió a la Clínica del IMSS, en la calle Zapata de la capital potosina, debido a intensos dolores que anunciaban un parto prematuro; después de que diera a luz, el personal médico no le entregó a la bebé debido a que fue enviada a la fosa común.
Cerca de las 6 d la tarde del día de esta tragedia, Kenia ingresó al Hospital, la atención que recibió fue lamentable, después de ser entrevistada y preguntarle sobre sus dolores, recibió una inyección que le aceleró el nacimiento de su hija.
El personal que la atendía la abandonó en una camilla y las contracciones fueron más intensas y empezó sola su labor de parto, los gritos de Kenia no fueron atendidos por el personal del hospital y finalmente su bebé nació.
Kenia tomó a la bebé en sus brazos y llamó a los doctores pero fue ignorada nuevamente, volvió a gritar diciendo que su hija había nacido y hasta entonces le dieron atención, la llevaron al área de expulsión para cortar el cordón umbilical.
«Prácticamente yo a mi hija la tuve sola, me alivié y al momento que sentí que salió yo la tomé, estiré mi mano y la agarré, después de eso empecé a gritar que mi hija ya había nacido, al principio no me hicieron caso, cuando volví a gritar todos salieron corriendo y me llevaron al área de expulsión y ya ahí continuaron con el proceso de cortar el cordón», comentó Kenia.
Ya en el área de expulsión, la inyectaron nuevamente y no la dejaron que viera a su hija, pero comenta que, una persona sí accedió a su petición y pudo ver a la bebé, «la abracé, la vi, ella abrió su boquita y respiró dos veces, aproveché para saber cómo era, estaba completa, tenía sus piecitos, sus manitas, su cabello, la quise aprovechar bastante porque ellos desde un inicio me dijeron que ya no tenía esperanzas mi niña, que estaba muy chiquita y no se podía lograr».
Después de ese breve momento le pidieron que la entregara y así lo hizo junto a una imagen de la Virgen de Guadalupe. Kenia vio alejarse a su hija en brazos del personal médico, «les dije que mi niña tenía frío pero no me hicieron caso», minutos mas tarde quedó dormida por la anestesia.
Su esposo Juan Gerardo, no supo nada de lo que ocurrió adentro del hospital ni de Kenia hasta el siguiente día, ya que, el día que llegaron a hospital no le dieron ninguna información del estado de salud de su familia, comenta que dos veces pidió saber si su hija había nacido pero le negaron la información.
Molesto Juan Gerardo exigió saber sobre su hija y su esposa y fue entonces que le dijeron que el viernes a las 11 de la mañana le darían información, pero esta fue desagradable, le anunciaron que su bebé había fallecido el día anterior a las 8:40 p.m.
La pareja decidió que la bebé sería cremada, así que Juan Gerardo acudió con el personal del IMSS y la funeraria a recoger el cuerpo pero no lo localizaron en ninguno de los refrigeradores.
Desesperado el papá de la bebé reclamó el por qué no estaba el cuerpo y solo recibió como respuesta «lo estamos buscando», decidió poner la denuncia formal, no sin antes ser intimidado por el área jurídica del IMSS diciéndole que por la vía legal su trámite sería tardado.
El IMSS y el Hospital de Zapata, después de cuatro días, emitieron un comunicado para anunciar que por error el cuerpo de la bebé había sido enviado a la fosa común, ante esto, la Fiscalía General de San Luis Potosí ya investiga un posible caso de negligencia médica y administrativa por parte de la institución médica.