La noche de este jueves, el coloso de Valle Dorado volvió a iluminarse para recibir al cuadro poblano que venía con la encomienda de sacar los tres puntos ante un Atlético de San Luis titubeante.
Ambos equipos empezaron regalando un espectáculo digno de la tercera división, con pocas oportunidades de gol creadas y con dos clubes que mostraron más miedo a perder que a ganar.
El minuto siete vio la primera jugada del equipo visitante, cuando un centro dejó a Facundo Waller, ex conocido potosino, con la oportunidad de disparar al arco poniendo en aprietos a Marcelo Barovero; sin embargo, la jugada fue previamente anulada por una falta hacia Fernando Piñuelas.
Y aunque usted no lo crea, no existió alguna otra jugada de peligro hasta el minuto 45, cuando un tiro de esquina mal ejecutado por parte de Villalpando abrió la posibilidad de que Waller arrancara un contragolpe que pintaba para ser letal, cediendo el balón hacia Mancuello quien sacó un disparo de larga distancia, obligando a Barovero a estirarse lo más que pudo para desviar el balón y salvar a su equipo del primero de la noche.
Fue en el minuto 48 que un tiro libre le abrió la oportunidad a Diego de Buen para colgar el balón a las redes, sacando un disparo que pasó por encima del arco potosino, yéndose la última jugada de peligro del primer tiempo.
Sin más por agregar, Adonaí Escobedo marcó el final de un primer tiempo aburrido, sin llegadas de peligro y con un Atlético de San Luis que parecía estaba firmando un empate desde el inicio del encuentro.
Vaya sorpresa se llevó todo el estadio cuando en el minuto 53, ocho minutos de haber arrancando el segundo tiempo, Javier Güémez sacó un disparo de volea desde larga distancia, esto tras un rechace defensivo, que venció a Silva y marcó el primer gol de encuentro. Una auténtica obra de arte por parte del capitán que hizo retumbar a todo el Alfonso Lastras.
A partir de ahí, el encuentro se partió por completo, el cuadro potosino agarró confianza y descubrió que podía ganar el partido. Tan en así que en el minuto 60, una falta en el área chica hacia el propio capitán potosino dictaminó la pena máxima para el cuadro de Jardine.
Fue la oportunidad de oro para Léo Bonatini quien no dudó en agarrar el balón y perfilarse para cobrar el penal. Para mala suerte del equipo potosino, el delantero brasileño mandó el balón a la tribuna, perdiendo la oportunidad de que el equipo marcara el segundo tanto.
La cereza en el pastel llegó en el minuto 93, cuando un trazo largo desde su área por parte de Barovero, dejó a Klimowicz con la oportunidad de irse solo hacia la zona de Silva tras un excelente movimiento, logrando quitarse de encima al central; estando ahí, el delantero argentino sacó un disparo que fue desviado por Manuel Gularte, acabando con el balón en las redes. Atlético de San Luis ponía el último clavo en el ataúd del Puebla.
Sin más por agregar, Escobedo marcaba el final del encuentro y la victoria para el cuadro tunero. Victoria que significó el cuarto lugar momentáneo y uno de los mejores inicios del equipo en toda su historia. Con un solo partido perdido, los pupilos de Jardine visitarán a Tijuana este próximo viernes, en punto de las 21:10 hrs para buscar continuar con su buena racha.
