Generalmente, la distancia y el amor no son compatibles, ya que la tendencia natural de los enamorados es buscar la cercanía física, así que para muchas personas esa proximidad es necesaria e innegociables. Las relaciones a distancia son todo un reto, pero pueden salir adelante si se cumplen una serie de parámetros.
Hay diferentes motivos por los que algunas parejas se encuentran obligadas a llevar relaciones a distancia. En la sociedad actual cada vez son cada vez más frecuentes, tanto por la mayor movilidad geográfica de las personas, como por las diferentes herramientas para conocer gente que tenemos a nuestra disposición. Algunas personas dudan de que este tipo de relaciones puedan llegar a prosperar, pero lo cierto es que depende de la personalidad y la gestión emocional de los implicados.
Las relaciones a distancia pueden hacerse muy cuesta arriba a muchas parejas. El amor y la distancia son dos conceptos que casi nunca van de la mano. Cuando se comienza una relación con alguien, siempre tiene que haber una cercanía física, una necesidad de estar con la otra persona, de tocarla, sentirla y abrazarla.
Los problemas de las relaciones a distancia:
- Ausencia de contacto físico e imposibilidad de tocar y sentir a la pareja.
- Dificultades para comunicarse, por posibles malentendidos que pueden surgir al no poder verse cara a cara.
- Incertidumbre respecto a si es una buena decisión continuar con la relación en la distancia. Pensar en el propio bienestar y en el de la otra persona.
- Celos e inseguridad, temor por lo que la pareja puede estar haciendo en el lugar donde vive, por la posibilidad de que conozca a otras personas que sí puedan ofrecerle cercanía física y compañía.
Hay quienes afirman que una relación a distancia está abocada al fracaso, a la infidelidad y al sufrimiento.