Recientemente en la Universidad de Harvard realizó un curso sobre Psicología y especialistas en temas de liderazgo, felicidad, autoestima, resiliencia y demás temas coinciden que la felicidad es la mejor inversión que podemos hacer y en su búsqueda podemos dividirla 5 en componentes para alcanzarla.
Claro que existen elementos clave en la percepción de la felicidad que todos debemos trabajar y cultivar hoy.
El bienestar espiritual
El bienestar físico
El bienestar intelectual
El bienestar relacional
El bienestar emocional
El bien espiritual es buscar el propósito, el sentido, el significado y el valor de cualquier actividad en la que nos embarquemos en nuestra vida ya sea trabajo, estudios, proyectos.
Experimentar la espiritualidad y además una fuente de motivación y por tanto de satisfacción y de bienestar.
El bienestar físico
Ser conscientes de la conexión mente-cuerpo y de cómo nuestros pensamientos influyen y determinan aquello que manifiesta nuestro cuerpo. Nuestro bienestar físico depende en gran medida de nuestra salud psicológica. Esto mismo se puede aplicar a la alimentación, consumir productos naturales antes que procesados, descansar y dormir bien por las noches son conductas que responden a los dictados de nuestra naturaleza y que por ello van a contribuir a nuestro bienestar físico.
El bienestar intelectual
Cultivar la curiosidad, estar abiertos a aprender: hay muchas investigaciones que han demostrado cómo mantener esta actitud de eterno aprendiz ante la vida contribuye mucho a nuestro bienestar.
El bienestar relacional
Pasar tiempo físico con las personas que queremos y que nos quieren: Las posibilidades que nos brinda la tecnología debemos verlas como una herramienta, pero nunca como un sustituto de las interacciones cara a cara. Cultivar la relación con nosotros mismos: La regla de oro: “ama a los demás como a ti mismo”. En el amor a los demás está implícito el amor a uno mismo, que también es necesario trabajar y una vía de acceso a la felicidad tan interesante como las demás.
El bienestar emocional
En este punto es necesario comprender que ser humano está diseñado para sentir un amplio abanico de emociones, no solo las agradables. Por eso, trabajar el bienestar emocional implicaría:
Darnos permiso para sentir todo el rango de emociones humanas, desde las más agradables a las menos agradables. La felicidad no consiste en no sentir nunca ninguna emoción desagradable sino más bien en aprender a sostener todo aquello que sentimos, sea agradable o desagradable.
En conclusión los estudios y los especialistas coinciden que los puntos expuestos, constituyen una ruta hacia la felicidad, las podemos utilizar en la vida cotidiana, pero también a nivel educativo en los centros de enseñanza o en el ámbito laboral en empresas y organizaciones.
