Para sorpresa de nadie, el Atlético San Luis volvió a perder el pasado sábado ante un cuadro de León qué, con poco fútbol, exhibieron las carencias deportivas que existen en el equipo de André Jardine.
¿Estamos presenciando los últimos minutos del brasileño como timonel de este equipo? Lo cierto es que el cuadro potosino se encuentra en una crisis al sumar cinco partidos donde no conoce la victoria.
Sumado a que con nueve unidades, se coloca como el cuarto peor equipo de la temporada, a solo un punto de Necaxa y Querétaro. Por si fuera poco, en lo que en lo que va del torneo, este cuadro solo ha mandado el balón a las redes en ocho ocasiones. Para dimensionar lo que esto significa, Mazatlán, el peor equipo del torneo, lo ha hecho en 12 ocasiones. Con esto, Atlético de San Luis se convierte en el segundo equipo con menor gol, solo por debajo de Querétaro.
En los últimos cinco partidos, el cuadro de Jardine solo ha rescatado un empate y fue ante Santos en calidad de local. De igual manera, solo han podido meter dos goles, recibiendo nueve tantos. Pero ¿Y si las cifras engañan? Tristemente, este no es el caso.
El cuadro de Jardine se encuentra en una crisis en las que hace mucho no estaba este equipo. Los números hablan por sí solos. Lo que Atlético San Luis refleja en la cancha es lamentable.
Marcelo Barovero se ha convertido en la figura del equipo, es decir, tu figura es un portero de 39 años que tiene los minutos contados antes de su retiro. En la parte defensiva, la lateral izquierda está siendo cubierta por Uziel García, un joven potosino que parece ser que llegó a Primera por palancas y no por fútbol. Tus céntrales son Bilbao y Manríquez, este último llegó al equipo como tercera opción y terminó siendo titular (nada que reprochar, es un central que cumple) y la “solidez” de tu defensa la completa un Ricardo Chávez que es inamovible, cero competencia por esa banda.
En el medio campo tienes a un Dourado, el cual es tu segundo mejor hombre, pero que carece de juego ofensivo. Su compañero de posición es Güémez, el capitán que no siempre es capitán y que es un futbolista demasiado irregular, mismo caso que Sanabria. A estos futbolistas se suman Villalpando, que solo dio dos juegos buenos; Murillo, el cual bajó demasiado de nivel; Vitinho, un futbolista que solo sabe correr y Klimowicz, tú mejor hombre y mejor refuerzo.
Este equipo es completado por tu poderío ofensivo, un Bonatini que cumple, pero que no tiene gol (esto último no termina siendo su culpa del todo), un Zaldívar que tiene entrega pero no talento y un Sabin que no tiene ni entrega, ni gol, ni si quiera carisma, un becado más del equipo.
Este extraordinario cuadro es dirigido por André Jardine, un entrenador con gran palmarés, con grandes hazañas, grandes momentos, pero pésimo presente. Su ciclo en este equipo parece estar acabando. Su primera temporada extraordinaria, en la segunda ni si quiera clasificó a repechaje y en esta, las cosas pintan para ser muy similares. Jardine tiene la misma cantidad de expulsiones que de victorias este torneo, ese dato termina por explicar muchas cosas.
Lo cierto es que este problema no termina por ser culpa del entrenador del todo, se le puede cuestionar mucho: su forma de juego, su temperamento, su miedo al atacar, su miedo a perder, las posiciones inventadas, sus refuerzos. Pero en todo eso, también tiene que ver la directiva, la cual, hace perfecto todo lo que refiere a números, pero en cuestión de fútbol quedan mucho a desear.
Jardine tiene los minutos contados, pero ¿Qué viene? Tienes en tus filas a un entrenador que ganó la medalla de oro en los olímpicos, trajiste a tu equipo a promesas como Ochoa y Klimowicz, tienes a tu disposición futbolistas que perfectamente podrían jugar en los mejores equipos de México, como Dourado y Bonatini.
Entonces ¿Qué le falta a este Atlético San Luis? ¿Qué más necesita? Lo cierto es que esto es un ciclo sin fin, llegará un nuevo entrenador que entregará buenos números al principio, hará una hazaña importante, después de eso, el equipo se le caerá a pedazos pero se seguirá confiando en él por su anterior hazaña, para que finalmente el entrenador sea cesado tras otra pésima temporada.
Atlético San Luis es una novela que nunca acabará, con una trama que ya conoces y un final que desilusionará. ¡SOS! Atlético San Luis se hunde. Aún pueden salvar este barco, aún no es tarde. Pero eso si, si el próximo viernes, Jardine pierde ante Querétaro, ya no habrá forma de pedir ayudar. Es imposible salvar a un equipo muerto.
¡SOS!