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Presidente de Guadalcázar se sordea ante inundación en El Milagro

El presidente de Guadalcázar, Juan Francisco Pérez Zapata, se ha negado a dar apoyo a los ciudadanos que desesperados piden apoyo ante las afectaciones que provocaron las lluvias recientes en la comunidad El Milagro; a las peticiones, el alcalde, respondió que «ya se les apoyó una vez». Ante la falta de apoyos, ciudadanos han tenido que echar mano de escobas para limpiar grandes espacios como escuelas, plaza y lugares que el propio presidente debería de estar atendiendo.

Los ciudadanos se encuentran viviendo entre lodo en las calles y es imposible salir a realizar actividades cotidianas, casas quedaron inundadas y el fenómeno también dejó pérdidas materiales y económicas el alcalde se sordea para no enfrentar la problemática que tiene desesperados a los habitantes de esta comunidad.

Habitantes expresaron que se sienten abandonados, pues, durante todo el tiempo que lleva la administración del alcalde Pérez Zapata, no mostrado el menor interés de atender cualquier petición y sobre todo, por su falta de capacidad para estar al frente del municipio, no ha planeado atender el tema de las calles, ya que, no es solo en las lluvias el problema, mientras las lluvias están ausentes, la tierra queda suelta provocando que los caminos se vuelvan intransitables.

Traicionados se sienten quienes viven en El Milagro, porque, aseguran, es una burla que Juan Francisco Pérez no se pare por el lugar sabiendo las carencias y problemas que están enfrentando, pues, le dieron la confianza al elegirlo por segunda ocasión como presidente municipal, además que, de forma directa, no ha solicitado el auxilio de la Coordinación de Protección Civil Estatal ni apoyo del gobierno del estado para atender a los damnificados.

Los afectados hacen el llamado a las instancias estatales competentes para que les puedan hacer llegar víveres para enfrentar la calamidad y de ser posible realizar trabajos de emparejamiento de las calles y evitar que siga el problema, pues temen que las lluvias se vuelvan intensas y los caminos sufran más daños que les impidan llevar a cabo las tareas del campo y la ganadería, así como el traslado a sus trabajos y a la cabecera municipal a comprar artículos de necesidad diaria.

Varias comunidades están con el «Jesús en la boca» y esperanzados de no verse en la misma situación, por el ejemplo que está dando el presidente «Panchito», de la poca empatía que tiene y la falta de sensibilidad para sus gobernados debido a que en su aposento no tiene problema alguno ante la lluvia y no hay carencias como las que sufren los lugares más alejados a donde no ha vuelto desde que andaba en campaña.