Cualquier diagnóstico no es un propósito de vida”, José Morales Tristán es un niño con síndrome de Down y que su pasión por la charrería lo ha llevado a encontrar sus sueños de superación a través del contacto con los animales y la naturaleza que lo rodea en un entorno que gira alrededor de un caballo.
José, un charro que ya desafió el peligroso “paso de la muerte”, una de las suertes de la charrería que el pequeño José, a sus escasos seis años de edad, ya realizó de una manera sensacional.
Para José, la yegua “La Chilindrina” es su mejor amiga, al llegar al corral, bajo la mirada de su maestra Ana Zeltzin Gutiérrez Guerrero, el pequeño José Morales la acaricia, la besa, le sube de una manera ágil a su montura, agarra la rienda y dirige la potra alrededor del lienzo, primero a paso lento, después a trote y termina a galope, ante la presencia de sus padres Laura y Daniel quienes nerviosos ven como José tiende a galope en su briosa yegua La Chilindrina.
“Es un niño muy activo, nada lo detiene, lo mismo sabe nadar, jugar basquetbol y ahora le ha dado por montar a caballo, ser charro para él es lo máximo, cuando venimos a este lugar se nota su enorme alegría, cuando lo veo arriba de la yegua si me dan nervios, pero me da más satisfacción ver feliz a mi hijo” dijo su mamá, la señora Laura Tristán.
En el mismo tenor está su papá, Daniel Morales. “Es para mí un gran orgullo todo lo hecho en tan poco tiempo que tiene José en la charrería, nada le asusta, para él los caballos son lo máximo, eso para mí es una enorme alegría y lo vamos a apoyar en todo lo que requiera”.
Por su parte, la maestra Ana Zeltzin Gutiérrez Guerrero, heredera de una gran familia dedicada a la charrería señala que, “Trabajar con José para mi es gratificante, José me ha impulsado cada día a desarrollarme más, a empujarme más, su avance ha sido significativo, primero empezamos con equilibrio, con coordinación, seguridad y con el tiempo a señas me decía que ya quería galopar”
Su llegada al grupo de niños Charros con síndrome Down fue el escalón para que, asesorado por Julio Veloz, un experto en la charrería, se decidiera a que José efectuara el famoso paso de la muerte con gran éxito en su primera participación.
José, es hoy por hoy el ejemplo a seguir para los niños que vienen en esta condición Down, la muestra de que para ellos no existe lo imposible.