José Loera
DE LA ALHARACA POLÍTICA que se vive en el altiplano trae a nuestros actuales funcionarios muy ocupados, cada uno de los eventos que se realizan están más enfocados en resaltar las figuras de algún candidato o “corcholata” como les hacen llamar a los suspirantes de Morena, en Matehuala los partidos políticos andan a la caza de los candidatos, ya lo hemos dicho en anteriores columnas, se perfilan como candidatos, el de la Alianza PAN-PRI-PRD con Iván Estrada, el verde con Jano Segovia, el resto de los partidos tendrá que armar convenios con las figuras que sobran, de las cuales se mencionan a Tomas Zavala, a quien el verde no le va apostar nuevamente, así que está en el draft político, a la espera del llamado de algún partido que quera ir con candidato prestado, algún partido que le apure tener un representante, no importa que no represente los ideales de la institución política, de igual manera sucede con Ramón Sánchez, un joven político que tiene de dos sopas para este proyecto: Esperar su turno en el verde o buscar nuevos aires con algún otro partido que quiera “poquito, pero de corazón”.
ANTE ESE ESCENARIO, Morena, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza tendrán que buscar quien los represente en el 2024, dejando atrás factores importantes como militancia, fidelidad, (Factor muy escaso en la política) y simpatía con las fuerzas vivas, esto último, de gran importancia y que se refleja en votos a la hora de la decisión en las urnas, la falta de cuadros políticos en la mayoría de los partidos se refleja en la falta de candidatos, de sangre nueva, nos encaminamos a ver de nueva cuenta a los mismos contendientes de hace varios procesos electorales, lejos han quedado las luchas políticas en las que los ideales del partido eran primero, actualmente partidos como el PRI, requiere de candidatos ajenos a sus ideales, a su corriente política, e inclusive contrario a su plataforma política, pero tendrá que alzarle la mano al candidato del PAN en Matehuala por segunda ocasión consecutiva, algo que no se había visto en muchos años, pero que hoy ya es normal, lo que hace encaminar al PRI a su sepultura política.
LA ULTIMA VEZ que el PRI tuvo candidato propio en Matehuala fue en la elección del 2018 en la figura del empresario radiofónico Nicolas Rueda, quien fue aventado al redondel bajo el asesoramiento de Pepe Nava y su grupo, solo colocaron el candidato para poder justificar el trabajo del PRI en Matehuala, el resultado fue catastrófico, solo le alcanzo para dos regidurías, una de la esposa de Pepe Nava, la otra, de Gabriel Medellín, un político más azul que tricolor, a partir de ahí inició la debacle del otora gran partido, en las elecciones pasadas le tuvo que levantar la mano al candidato de su acérrimo partido opositor, y hoy, parece que se enfila hacer lo mismo en un acto desesperado para por lo menos conservar el registro y de paso las remuneraciones que les otorga el INE a los partidos políticos, ese es el objetivo del PRI en siguiente proceso electoral, la duda es si conseguirá el 3 por ciento de la votación para poder conservar la franquicia.
Los tiempos de DIOS son perfectos, si DIOS quiere nos leemos el próximo lunes.