El ángel de la guarda vela por el bien y la salud espiritual de cada ser humano. San Basilio decía: “Todo fiel tiene junto a sí un ángel como tutor y pastor, para llevarlo a la vida”.
Dios ha dispuesto que toda alma no esté sola, que cuente con un protector con la misión de acompañar y guiar a la persona.
La tarea comienza desde la concepción y termina en la hora de la muerte. Nuestro ángel no nos abandona, ni nos deja.
El objetivo de esta celebración es para que las personas recuerden que tienen una guía espiritual que es un consuelo, además una fuente de fortaleza espiritual para muchos.