Se dice que en Matehuala una carreta fantasma pasaba por la calle de Reyes cerca de las 3 de la mañana y seguía su camino hasta desaparecer en el panteón Hidalgo.
Dirigida por un hombre con un látigo, la gente escuchaba los latigazos, como esta calle antiguamente era de piedra y no de pavimento la carreta iba jalada por caballos, entonces los cascos de estos al pisar aventaban chispas.
A esa carreta le decían «El carretón de la muerte», porque cuando pasaba se decía que alguien iba a morir en Matehuala.
Esa predicción nunca fallaba porque a los pocos días alguien se moría y lo llevaban a enterrar al panteón Hidalgo