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Lenta y peligrosa; una tortura la 57 

La Carretera Federal 57 se ha convertido en una verdadera tortura para los miles de transportistas y particulares que deben transitar por ella; desde la Ciudad de México hasta Piedras Negras, en Coahuila, la ruta ha registrado una creciente saturación en los últimos años que se traduce en retrasos considerables para el traslado de pasajeros y mercancías, lo que representa una afectación importante para la economía de todo el país. 

En lo que corresponde al tramo que atraviesa San Luis Potosí, la 57 registra colapsos constantes, congestionamientos y una grave crisis de seguridad que, incluso, ha cobrado la vida de varias personas a manos de grupos criminales que operan en puntos específicos ante la omisión o presunta complicidad de las autoridades correspondientes de las que, por cierto, rara vez se les conoce operativos a favor de la ciudadanía, pero sí la instalación de retenes para extorsionar a paisanos y a conductores particulares. 

Si bien, entre Querétaro y la capital potosina se suelen presentar complicaciones u obstáculos que complican la movilidad, es en el tramo San Luis Potosí-Matehuala donde las cosas empeoran pues, dadas las constantes obras de mantenimiento y los retenes, hay quienes llegan a tardar hasta seis o más horas en un viaje que, normalmente, dura 90 minutos. El fenómeno es un tema común de norte a sur y viceversas. Pese a ser una situación recurrente, no se conoce de alguna estrategia encaminada a solucionar esta problemática. 

Por si fuera poco, en puntos específicos, como en las cercanías de El Huizache, en Guadalcázar, son recurrentes los hechos delictivos que van desde ataques armados, asaltos a traileros y robos a mano armada en perjuicio de particulares quienes han sido despojados de sus vehículos y diversos objetos de valor, además de que, en algunos asaltos fallidos, se ha registrado el deceso de personas a manos de los criminales que operan en esta zona. 

En incontables ocasiones, ciudadanos y transportistas han hecho el llamado a las autoridades competentes para que se implementen las acciones que sean necesarias para despresurizar la 57 y, con ello, agilizar la movilidad en esta ruta, sin embargo, a la fecha no se ha tenido respuesta, tampoco en cuestiones de seguridad pues existe un completo abandono por parte de la Guardia Nacional, lo que ha dejado a la ciudadanía a merced de los delincuentes.