Según informes del medio británico The Telegraph, la nueva droga conocida como «kush» está generando estragos en Sierra Leona, África, con estimaciones que indican la muerte de al menos una docena de personas y la hospitalización de miles cada semana. El profesor de Ciencias Forenses en la Universidad Anglia Ruskin, Inglaterra, Michael Cole, describe esta sustancia como una «droga zombie» que supuestamente contiene huesos humanos, junto con otros ingredientes que han llamado la atención de los expertos.
La droga, consumida principalmente por hombres de entre 18 y 25 años, tiene efectos alarmantes, según el artículo publicado por Cole en el portal científico The Conversation. Estos incluyen hacer que las personas se duerman mientras caminan, provocar caídas, impulsar a los consumidores a golpearse la cabeza contra superficies duras y llevar a individuos a caminar hacia el tráfico en movimiento.
A diferencia de la droga del mismo nombre en Estados Unidos, que es una mezcla de sustancias químicas rociadas sobre materia vegetal, el «kush» africano está compuesto por cannabis, fentanilo, tramadol, formaldehído y, según creencias populares, huesos humanos molidos.
Aunque no hay una respuesta definitiva sobre la presencia de huesos humanos en la droga, Cole sugiere que, de ser cierto, los huesos no contienen una cantidad elevada de azufre, y el contenido de cualquier fármaco en los huesos es insuficiente para causar un efecto fisiológico significativo.
Bandas criminales locales son responsables de la distribución de esta peligrosa droga, aunque el profesor Cole destaca que los componentes provienen de fuentes internacionales. Los riesgos asociados con el consumo del «kush» incluyen problemas fisiológicos, autolesiones y una alta adicción, según advierte el portal The Conversation. Además, los consumidores adictos pueden recurrir a la prostitución o actividades delictivas para financiar su consumo, que puede llegar hasta los 40 porros diarios, según el experto británico.