México y el Mundo

Activistas arrojan sopa sobre la Mona Lisa

En un impactante acto de protesta, dos activistas que buscan generar conciencia sobre la crisis climática del planeta arrojaron sopa sobre la famosa Mona Lisa, el legendario cuadro de Leonardo da Vinci que se exhibe en el Museo del Louvre en París. Los perpetradores, identificados como Sasha, de 24 años, y Marie Juliette, de 63, portaban camisetas con el mensaje «Riposte alimentaire» (respuesta alimentaria).

El incidente fue capturado en un video que se difundió ampliamente en las redes sociales, generando diversas reacciones. Aunque la mayoría de las críticas apuntan a la ineficacia de la protesta, también hay voces a favor argumentando que la atención debería centrarse más en el cambio climático y la crisis alimentaria global que en una pintura.

Es crucial mencionar, para el debate en curso, que la Mona Lisa no sufrió daños durante el acto. La pintura está resguardada detrás de un cristal a prueba de balas, lo que impidió que la sopa tocara directamente la obra de arte.

La cuenta de Riposte Alimentaire, la cual también compartió el video, explicó el motivo detrás de la protesta: «A través de su acción no violenta, exigen el establecimiento de una Seguridad Social Alimentaria Sostenible. En Francia, una de cada tres personas se salta las comidas por falta de medios. Al mismo tiempo, se desecha el 20% de los alimentos producidos. Nuestro modelo estigmatiza a los más precarios y no respeta nuestro derecho fundamental a la alimentación».

Esta protesta está vinculada al descontento de miles de agricultores en Francia ante las medidas impuestas por Emmanuel Macron, consideradas perjudiciales. Entre ellas se encuentran bajos salarios, eliminación de exenciones en los impuestos al combustible para maquinarias y la importación de productos.

Riposte Alimentaire señala que la agricultura es responsable del 21% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero y contribuye al deterioro de la biodiversidad y al empobrecimiento de los suelos. La solicitud de la organización es la «integración de los alimentos al sistema general de seguridad social».

En su página web, Riposte Alimentaire detalla iniciativas a corto plazo, incluyendo otorgar una tarjeta alimentaria a cada persona con 150 euros al mes, un sistema de cotizaciones justo, elegir productos democráticamente por asambleas ciudadanas locales y acceso a alimentos saludables que paguen a los agricultores con dignidad.