La charamusca, un dulce tradicional de Matehuala, San Luis Potosí, tiene sus raíces en la época colonial. Se cree que su origen se remonta a las festividades religiosas de Semana Santa, donde originalmente se elaboraba únicamente en forma de bastón, representando la letra “J” de Jesús y los colores blanco y rojo, simbolizando la pureza y la sangre derramada. Este dulce se caracteriza por su elaboración artesanal, utilizando como base azúcar, colorantes y saborizante de menta.
El proceso manual, que requiere de experiencia y destreza, da como resultado figuras únicas y coloridas, desde las tradicionales formas de bastón y animales hasta diseños más elaborados como flores, corazones, canastas y personajes. La charamusca no solo es un deleite para el paladar, sino también un símbolo de identidad cultural para Matehuala. Su elaboración y consumo forman parte de las tradiciones locales, especialmente durante Semana Santa, cuando se regalan como símbolo de amistad y cariño.
Cada año, durante la Semana Santa, se celebra la Feria de la Charamusca en el Parque del Pueblo en Matehuala. Este evento reúne a los principales artesanos del dulce, quienes exponen y venden sus creaciones al público. La feria se ha convertido en una fiesta popular llena de alegría y tradición. La charamusca ha logrado traspasar fronteras, conquistando paladares nacionales e internacionales. Su sabor dulce y textura crujiente la convierten en un souvenir irresistible para quienes visitan Matehuala.
En esta época algunos paisanos llegan al Altiplano para degustar en familia de este delicioso dulce. Aprovechan para llevar al extranjero el sabor de Matehuala, así como la identidad del municipio que califican como delicioso el colorido caramelo. La familia Chávez, una de las afamadas por ser de las primeras en hacer charamuscas, tiene tres generaciones con la tradición, sin embargo, comenta Don Antonio, que tristemente, los dulceros de Matehuala han bajado la producción por la poca demanda que existe.
Aun con las bajas ventas se producen las diferentes figuras y año con año buscan innovar para presentar nuevos productos en la Feria de La Charamusca. Jamoncillo, chilacayote, cocada, son otros de los dulces que producen y que están presentes en los puestos que rodean el Parque del Pueblo. La charamusca es un ejemplo de la riqueza cultural de Matehuala. Este dulce artesanal, con su historia, tradición y sabor único, representa un legado invaluable que debe ser preservado y compartido con las nuevas generaciones.