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Tiempo de hablar | Agoniza el IMSS

No son nuevas las quejas de los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por el mal servicio que ofrece desde que los ciudadanos tienen memoria. 

Aunque hay testimonios de una atención buena y recuperaciones exitosas con tratamientos del Instituto, predominan los descontentos. 

El IMSS fue cayendo en un sotano del que no encuentra cómo salir. Datos oficiales del Instituto señalan que tiene Certificación de Calidad. De forma estricta esto debe ser factor para que abone a un trato digno hacia los usuarios. 

En Matehuala, en junio de 2023, el IMSS obtuvo la recertificación de calidad del Consejo de Salubridad General (un órgano colegiado que depende directamente del Presidente de la República) por los siguientes tres años. 

Obtener un documento de esta magnitud supondría visualizar un panorama en el que la gente no pase horas en espera de recibir atención …de mala calidad. 

Tal parece que no hay auditorías reales en las Unidades Médicas Familiares que avalen que los procesos de calidad son correctos. 

Actualmente no se necesita auditar, no es un secreto que no hay medicinas, no es un secreto que no hay médicos, no es un secreto que el servicio cada vez es peor. 

El IMSS agoniza. En las clínicas, al menos de Matehuala, pacientes hacen fila por varias horas para llegar y no ser atendidos porque no hay doctores. 

Versiones de personal que ha pedido su anonimato, cruelmente aseguran que «Los fines de semana no hay atención y menos para personas accidentadas que se encuentren en estado de ebriedad». Esa es la indicación que tienen. 

En la capital potosina, abuelitos viven un calvario con las citas para el control de diversas enfermedades. Llegar un minuto después del horario marcado, en automático, les cancela su visita al doctor. 

Pero el enojo es que cuando llegan con varios minutos antes, son atendidos hasta una hora y media, o dos horas después de la asignada para cita. 

Todavía en los 90’s se hacían largas filas y el trato era bueno, había personal médico que tenía perfectamente ubicados a sus pacientes y recordaban las atenciones previas. 

Eso pasó a la historia. La rotación de médicos no da tregua. Un día se puede empezar con un tratamiento y al darle seguimiento todo se rebobina, hay que iniciar porque el doctor no es el mismo. 

Antes había expedientes en papel. La modernización del IMSS en lugar de facilitar el trabajo lo complicó. En los sistemas internos no siempre se puede encontrar un historial clínico. Para recoger o presentar estudios médicos, los pacientes se tienen que mentalizar a que el proceso es más largo. La información que, se supone, tiene que estar en la base de datos del IMSS, todavía se tiene que presentar en físico. La tecnología arruinó la calidad que estaba viva y que ahora muchos adultos recuerdan. 

En la agonía del IMSS se acabaron hasta los medicamentos. La gente pregunta: ¿Realmente vale la pena esperar por atención? Cada vez hay menos medicinas. Es increíble que en 2024 no haya más clínicas, no haya estrategias para una atención de calidad, no haya medicinas y lo peor: no haya doctores. 

La Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, tiene alta demanda de estudiantes, pero no hay médicos que les interese trabajar en el IMSS. 

La Delegación en San Luis Potosí está prostituída de corrupción, nepotismo y acoso sexual. 

No hay quien pare estos actos y de seguir así, terminarán «sepultando» al IMSS. 

Hasta a la próxima con más Tiempo.