La tranquilidad en Villa de la Paz se ve amenazada tras el despido injustificado de sus siete elementos de la Policía Municipal. La medida, tomada por el presidente municipal interino José Luis Guadiana Ortiz, ha generado una profunda preocupación en la comunidad luego de que los agentes fueran despedidos por manifestarse pacíficamente en busca de un aumento salarial.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves por la mañana, cuando los policías municipales solicitaron un diálogo con las autoridades locales para expresar su legítima preocupación por el bajo salario que perciben, el cual asciende a mil 628 pesos semanales. Esta remuneración resulta insuficiente para cubrir los gastos básicos de los oficiales, quienes además carecen de armamento adecuado, unidades en condiciones óptimas y cualquier tipo de seguro o prestaciones.
Los agentes, conscientes del riesgo diario que enfrentan para proteger a la comunidad, simplemente demandaban un salario digno y justo que les permitiera solventar sus necesidades y las de sus familias. Sin embargo, su pedido fue recibido con el abrupto despido por parte de las autoridades municipales.
Además, a principios del 2024, el gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, distribuyó los recursos del Ramo 33, provenientes del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), a todos los municipios, incluyendo partidas destinadas a temas de seguridad. Todo parece indicar que estos fondos, que se esperaba beneficiaran también a la seguridad pública, fueron aprovechados por el exalcalde Armando Torres Martínez para su campaña política, en lugar de destinarlos al equipamiento y mejora de la fuerza policial.
Este suceso refleja la negligencia y falta de compromiso desde la administración del exalcalde Torres Martínez, quien durante su gestión no hizo el mínimo esfuerzo por proteger y brindar las condiciones óptimas para el desarrollo de su policía. Incluso, en un momento crucial donde la seguridad es primordial en la vida diaria.
Torres Martínez, quien se ausentó de su cargo por licencia, dejó a su interino a cargo, permitiendo que este tomara decisiones arbitrarias e injustas. Dejando en claro que las intenciones de ambos parecen ser las mismas: sumir a Villa de la Paz en un municipio marcado por la inseguridad, las injusticias y la corrupción.