Un reciente estudio de la Universidad de Lund en Suecia ha sugerido que los tatuajes podrían ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer en el sistema linfático, conocido como linfoma. La casa de estudios dio a conocer estos hallazgos en un comunicado de prensa publicado en mayo pasado.
El equipo de investigación descubrió que, tras considerar otros factores relevantes como el tabaquismo y la edad, el riesgo de desarrollar linfoma era un 21% mayor entre las personas tatuadas. Este incremento en el riesgo podría deberse a la exposición prolongada a la tinta del tatuaje, ya que muchas personas se hacen su primer tatuaje a una edad temprana.
Los científicos señalaron que las investigaciones sobre los efectos a largo plazo de los tatuajes en la salud están en etapas iniciales. Por ello, el grupo de investigación planea estudiar si existe alguna asociación entre los tatuajes y otros tipos de cáncer, así como con otras enfermedades inflamatorias.
Para determinar la relación entre los tatuajes y el riesgo de padecer linfoma, los investigadores realizaron un estudio que incluyó a 11,905 personas. De éstas, 2,938 personas padecieron linfoma entre los 20 y 60 años, y 4,193 participantes formaron el grupo de control. Entre los individuos con linfoma, 1,398 respondieron un cuestionario sobre factores del estilo de vida. Los resultados mostraron que el 21% de los pacientes con linfoma estaba tatuado (289 personas), en comparación con el 18% en el grupo de control (735 personas).