El periodo de lluvias en el territorio potosino ya arrancó, la temporada de huracanes será particularmente intensa, pues hay alrededor de un 85 por ciento de probabilidad de que la cantidad de eventos mayores (tormentas tropicales o huracanes) se tripliquen, así lo destacó el doctor José Antonio Ávalos Lozano, coordinador del Laboratorio de Variabilidad Climática, Teledetección y Evaluación de Riesgos (Variclim), de la Coordinación para la Innovación y Aplicación de la Ciencia y la Tecnología (CIACyT), de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Agregó que estas precipitaciones resolverían el tema de la sequía, aunque hay que tener paciencia para el llenado de presas. Según el pronóstico del Variclim, esta semana van a continuar las lluvias y se espera una disminución de temperatura, con noches frescas. Las precipitaciones se concentrarían en la huasteca, donde se esperan alrededor de 100 milímetros, y para la capital potosina un aproximado de de 20 milímetros.
En entrevista, el científico universitario recordó que “El Niño” es un fenómeno meteorológico que consiste en una anomalía de temperatura, que calienta los primeros 30 metros del litoral del Pacífico Sur, a la altura de Perú y Ecuador, lo que provoca alteraciones en la dinámica de la atmósfera e impide que las ondas del Este que acarrean agua en el monzón mexicano, puedan entrar a nuestro país.
Ávalos Lozano explicó que “El Niño” desaparece y llega su antítesis “La Niña”, comportándose de manera contraria, pues enfría y permite el paso de la humedad o del monzón, lo cual genera lluvias. Ahora, San Luis Potosí vive esa evolución, debido a que se retuvo mucho la entrada de humedad y el territorio mexicano se calentó.
Al entrar “La Niña” se genera un efecto de olla de presión, en donde el calor sale y el agua entra con fuerza desde el Este, aunado a que el Golfo de México también vivió un calentamiento de sus aguas por la falta de humedad por mucho tiempo.
El especialista aseguró que otro factor importante en los comportamientos bruscos de las lluvias, tienen que ver con la corriente de baja altura denominado, “jet stream” o corriente de chorro, que está presente en el Golfo de México, que por ser débil, provoca que las tormentas tropicales adquieran mayor fuerza. También el cambio climático, que ha traído temperaturas elevadas, fundamentalmente en el mar, lo que abona en la formación de huracanes fuertes por tratarse de una cantidad importante de energía que debe ser liberada.
Finalmente, el doctor José Antonio Ávalos Lozano, aseguró que México es el principal opositor a un programa internacional de control y debilitamiento de huracanes, dirigido por Estados Unidos, pues detalló que estos son la principal entrada de agua para el territorio mexicano y las lluvias resultan más valiosas que perjudiciales. Por ello, también advirtió que debemos estar más atentos a los efectos colaterales y no ponernos en situación de vulnerabilidad.