«Un lugar en silencio: día uno», una película de suspenso que se estrenó hace unos días, ha lanzado a la fama a Frodo, el gato que, junto a la actriz Lupita Nyong’o, protagonizó el largometraje. Sin embargo, según Michael Sarnoski, director de la película, Frodo no es un solo gato, sino en realidad dos: Schnitzel y Nico, quienes fueron seleccionados después de una serie de audiciones felinas.
El equipo de producción buscaba un gato que se viera natural en cada una de sus escenas, y encontraron a Schnitzel y Nico, dos felinos con impresionantes habilidades artísticas. En varias entrevistas, Sarnoski mencionó que filmar «Un lugar en silencio: día uno» no fue fácil, especialmente porque Lupita Nyong’o tenía miedo a los gatos antes del rodaje. La actriz tuvo que convivir con los felinos antes de enfrentarse a las cámaras.
Durante la postproducción, Nyong’o se encariñó tanto con los gatos que decidió adoptar a Yoyo, un minino naranja que ahora comparte sus días con ella. Schnitzel y Nico, por su parte, se ganaron la admiración de la crítica y del público, quienes pensaron que las mascotas eran creaciones digitales o de inteligencia artificial, rumor que fue desmentido por el director.