La nueva era de los motores de la Fórmula 1 y la introducción del combustible sintético para la temporada 2026 están haciendo que muchos fabricantes automotrices pongan su mira en la Máxima Categoría. El más reciente puede ser Toyota.
Acaba de trascender que el equipo Haas estaría negociando con los japoneses su regreso a la F1 como proveedores de plantas de poder para la temporada 2029, al año siguiente de que venza su nuevo contrato con Ferrari, que ha impulsado a los coches estadunidenses desde su llegada a la parrilla de salida en 2016.
Desde que Haas debutó en la Categoría Reina ha sido prácticamente un equipo satélite de Ferrari, utilizando muchas piezas del monoplaza, así como motores, transmisiones, el túnel de viento de Maranello e incluso su simulador, teniendo a algunos pilotos de la Scuderia en sus filas como Esteban Gutiérrez, Pietro Fittipaldi y Mick Schumacher.
Sin embargo, al parecer están tratando de revivir la chispa de la F1 en Toyota, una marca que compitió con su equipo en la Máxima Categoría entre 2002 y 2009, con uno de los presupuestos más altos del serial y resultados no tan buenos.
En ocho temporadas corrieron 139 Grandes Premios, sumando 13 podios, 3 pole positions y quedando en el cuarto puesto del Campeonato de Constructores en 2005. Tras su salida de la categoría el equipo no fue vendido a nadie y desapareció, dejándole a Toyota uno de los túneles de viento más avanzados del mundo en Colonia, Alemania, donde años más tarde pusieron a punto sus autos de resistencia para el WEC.
Como proveedor de motores, la marca oriental le vendió plantas de poder a Jordan en 2005, para 2006 el equipo cambió a Midland y ese mismo año se convirtió en Spyker, manteniendo el motor Toyota. Entre 2007 y 2009 vendió sus propulsores a Williams, que perdió los motores de BMW frente a Sauber. En este rol sus plantas de poder lograron 4 podios.