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La soledad masculina 

Por: Estefanía López Paulín

La soledad entre los hombres es un fenómeno que adquiere mayor relevancia con el pasar de los años, afectando su salud física y mental en situaciones como duelo, divorcio y jubilación, diversos estudios han revelado que, aunque los hombres tienen amigos, disfrutan menos de la compañía de confidentes cercanos. Esta tendencia se acentúa con el tiempo y repercute de manera crítica en las relaciones sociales masculinas. 

Niobe Way, profesora titular de la universidad de NY, quien ha entrevistado a cientos de adolescentes durante su carrera, observa que los chicos tienden a perder a sus mejores amigos a medida que crecen. Tanto Way como Robin Dunbar, profesor de antropología y psicología evolutiva de la Universidad de Oxford, coinciden en que la carencia de conexiones significativas fuera del ámbito familiar y de pareja tiene consecuencias devastadoras para las personas. 

Dunbar afirmó que la dificultad de los hombres para establecer puentes de amistad tanto con mujeres como con otros hombres se debe a una interacción caótica e impredecible. Way añade que los hombres tienden a posicionar a las mujeres como “cuidadoras emocionales”, asignándoles un rol cuasi-terapéutico pero sin reciprocidad. 

Way argumenta que la hegemonía de la masculinidad estadounidense, rica, blanca y heteronormativa impide que los hombres se relacionen de manera auténtica, lo que puede llevar a un aislamiento emocional importante. 

Dunbar, por su parte, teoriza que las amistades masculinas son más casuales y basadas en actividades compartidas. Históricamente, los hombres necesitaban trabajar en conjunto para proteger a sus comunidades, pero sus relaciones eran menos profundas para evitar un derrumbe emocional en caso de pérdida. 

El aislamiento social ha sido vinculado con graves problemas de salud, tales como, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, demencia, accidentes cerebrovasculares, depresión, ansiedad y muertes prematuras. A nivel global, la OMS indica que uno de cada cuatro adultos mayores y entre un 5 y un 15% de los adolescentes experimentan aislamiento social. 

Durante la pandemia de COVID-19, este fenómeno se agudizó. El confinamiento y las restricciones redujeron aún más las oportunidades de interacción social, exponiendo las debilidades en las redes de apoyo de muchos hombres y actuando como un punto de inflexión para reflexionar sobre la profundidad de sus relaciones. 

Para abordar el problema, es esencial que la sociedad replantee las normas sobre la masculinidad. Esto incluye fomentar la apertura emocional desde una edad 

temprana y enseñar que la vulnerabilidad no es signo de debilidad. Además, crear espacios donde los hombres se sientan cómodos compartiendo sus emociones y experiencias es crucial. 

El aislamiento social masculino es un problema complejo y multifacético que requiere una comprensión profunda y un enfoque integral para su solución. Reconocer que el deseo de tener amigos es inherente a todos los seres humanos, independientemente del sexo o género, es el primer paso para fomentar conexiones más significativas y saludables entre los hombres.