El uso de maquillaje “pirata” y no regulado se ha convertido en un problema creciente que pone en riesgo la salud de millones de personas en México.
¿En dónde se vende este maquillaje?
Estos productos, que se comercializan en mercados, tianguis, puestos ambulantes e incluso en plataformas de internet, no solo representan una opción económica, sino también un peligro latente para la piel y la salud en general.
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) ha emitido una alerta sobre los graves riesgos que implica el uso de estos productos irregulares.
Riesgos por uso de maquillaje “pirata”
A diferencia de los cosméticos de marcas dermatológicas probadas, que pasan por rigurosos estándares de calidad y procesos de selección similares a los de los productos farmacéuticos, los cosméticos “piratas” no ofrecen ninguna garantía sobre la composición de sus ingredientes.
Esto significa que, al usarlos, las personas pueden estar exponiéndose a sustancias desconocidas que pueden desencadenar reacciones adversas severas, como:
- Irritación
- Picor
- Quemaduras
- Descamación
- Enrojecimiento
El peligro radica en que, al no contar con la certeza de qué componentes se utilizan en su fabricación, los usuarios corren el riesgo de sufrir repercusiones estéticas permanentes, e incluso, de comprometer su calidad de vida. La región facial, al ser una de las zonas más sensibles del cuerpo, es particularmente vulnerable a estos daños, que en muchos casos son irreversibles.
Además de los cosméticos, existen otros productos de venta libre que también representan un riesgo si se utilizan de manera inadecuada. Un ejemplo de ello son los esteroides tópicos, que, cuando se aplican prolongadamente sin supervisión médica, pueden causar síndromes endocrinológicos, afectando gravemente la salud del usuario.
Recomendaciones para no poner en riesgo la salud
Ante esta problemática, las autoridades sanitarias recomiendan a la población adquirir cosméticos únicamente en lugares establecidos y confiables, como tiendas de cadena, áreas de farmacia o directamente con dermatólogos.
Es crucial que los productos estén avalados por sociedades o academias dermatológicas reconocidas, tanto a nivel nacional como internacional, y que cuenten con la aprobación de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Asimismo, es fundamental verificar siempre el periodo de caducidad del maquillaje y desechar aquellos que hayan expirado, ya que sus ingredientes pueden volverse irritantes con el tiempo.
Otro aspecto importante es evitar seguir rutinas faciales que circulan en redes sociales, ya que muchas de ellas no están respaldadas por profesionales. En su lugar, se aconseja acudir a un dermatólogo para obtener una rutina personalizada y segura.
Finalmente, ante cualquier signo de alerta, como enrojecimiento o picor, se debe suspender de inmediato el uso del producto sospechoso, hidratar la piel con cremas sin olor ni color, y buscar atención médica lo antes posible.
La salud no tiene precio, y aunque el maquillaje “pirata” pueda parecer una opción atractiva por su bajo costo, las consecuencias para la piel y la salud pueden ser devastadoras. La prevención y el uso de productos regulados y de calidad son la mejor defensa contra esta amenaza invisible.