La comunidad de Cedral se reunió para conmemorar la Dormición de la Virgen de la Asunción. Esta solemnidad, que conmemora el tránsito de la Santísima Virgen de este mundo al cielo, se ha convertido en una de las celebraciones más esperadas del año en este municipio.
La Dormición, lejos de ser un día de luto, es una fiesta que resalta la gloria de María y su privilegiada posición como Madre de Dios. Según la creencia cristiana, tras su vida terrena, María fue llevada en cuerpo y alma a la presencia divina, anticipando así la resurrección de todos los fieles.
Las celebraciones en Cedral se extendieron con una diversas misas en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Durante la homilía, el Padre destacó la importancia de la figura de María en la vida de los cristianos, resaltando su papel como modelo de fe y esperanza.
Posteriormente, se llevó a cabo una emotiva presencia de fieles que rodearon la imagen de la Virgen. Los devotos ofrecieron manzanas que fueron colocadas junto a ella. La historia religiosa dice que cuando la Virgen quedó dormida, el cenáculo comenzó a desprender un aroma a flores y manzanas. Colocar las manzanas recuerda el momento en que María queda dormida.
La celebración de la Dormición en Cedral es una muestra palpable de las profundas raíces católicas de la comunidad. Los habitantes de este municipio se reúnen para honrar a la Virgen María con diversas manifestaciones de fe, como ofrendas florales, danzas y verbena popular.