La actividad económica de Argentina experimentó una significativa contracción del 3.9% en junio de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el miércoles. Este dato es considerablemente peor de lo previsto por los analistas, quienes habían anticipado una caída del 1.9% interanual para el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE).
El EMAE es un indicador clave en la economía argentina, ya que ofrece una visión adelantada de la trayectoria del Producto Interno Bruto (PIB). A pesar de haber mostrado un crecimiento corregido del 1.9% en mayo, la actividad económica se contrajo en junio, reflejando una disminución en sectores vitales como el consumo, la construcción y la industria.
Además, en términos desestacionalizados, el EMAE registró una caída del 0.3% respecto al mes de mayo, lo que indica un deterioro continuo en la economía argentina.
Este resultado pone de manifiesto los desafíos económicos que enfrenta el país, con una economía que lucha por mantener el crecimiento en un contexto de alta inflación, incertidumbre política y un entorno global complicado. Los próximos meses serán cruciales para determinar si esta tendencia a la baja se mantendrá o si el país logrará estabilizar su actividad económica.