HAY MUCHA TELA de dónde cortar en el caso de María, la niña que fue vendida por su mamá en la Huasteca Potosina y que estuvo retenida en el Centro Caprino de Matehuala.
Apenas se supo del caso y las autoridades metieron el cuello como tortuga en caparazón. El delegado de la Fiscalía en Matehuala Pedro Martínez Perales ignoró vilmente a la abogada de la víctima. Ni la Procuraduría de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (PPNNA), ni la Instancia de la Mujer, tanto en Matehuala como en la capital dieron las facilidades para atender el caso.
Otro tramo de tela es que no hay respuesta al por qué no se han interesado en investigar realmente qué es lo que está pasando. María está a salvo gracias a su abogada, pero, ¿Y luego?
Para empezar, en el lugar que la encontraron es un espacio, en teoría, gubernamental y que, al investigar, sí está en funciones. Sorprende que no hay postura alguna de las autoridades estatales ante una posible red de trata de menores, que, tendría operando por mucho tiempo en Matehuala.
Al menos así lo demuestran gráficas y palabras de la abogada de María tras haberla rescatado.
Instituciones gubernamentales le han negado el acceso a la justicia. Todos se hechan la pelotita y de la mamá nadie habla, tampoco de los compradores. No se ha dado a conocer que anden tras ellos y esto tiene en vilo a la sociedad que ve lejos la justicia y temen que se pueda normalizar este delito.
AUNQUE PARECIERA que ya no es noticia, resulta que en la zona de El Huizache siguen en aumento los robos a transportistas. Mucho hemos hablado del tema, pero no hay quien les ponga un alto a los delincuentes. La situación no solo pone en peligro a los choferes, esto es extensivo a las empresas por las pérdidas que tienen en la mercancía y las multas que puedan tener los contratos que realizan con los compradores.
Afecta también al turismo por las malas noticias que se vuelven tendencia a nivel nacional y en ocasiones internacional. Otro rubro es la economía del Altiplano al no tener los ingresos en combustibles, alimentación y demás servicios que requieren los transportistas.
Esta combinación, deja entrever un panorama negro para el Altiplano, pareciera una locura, pero la 57 se podría convertir en una carretera fantasma.
Transportistas se han retirado de este tipo de trabajo, no está descartado que pudiera haber crisis de conductores por la inseguridad a la que se someten. A inicios del 2024, la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) reportó un déficit de 50 mil conductores en el país derivado de la violencia.
En 2023 se registraron oficialmente 13 mil robos en carreteras mexicanas, es decir que, en promedio, se cometieron 35.6 robos diarios, en donde el 93 por ciento de esto hechos fueron en 10 entidades, encabezadas por el Estado de México, Puebla, Guanajuato, San Luis Potosí, Michoacán y Jalisco.
Desafortunadamente la época de más ilícitos es el segundo semestre de cada año, pues abarca meses donde se incrementan los pedidos y esto es aprovechado por los delincuentes para hacer su agosto.
URGE EN MATEHUALA tomar medidas municipales para bajar la cifra de accidentes viales, si bien, esto no compete del todo a las autoridades, sí es necesaria una campaña para concientizar a hacer alto en las esquinas y respetar los señalamientos. También el llamado es a los ciudadanos a que se trabaje en la cultura del respeto a la vialidad, pues a pesar de que existe una buena señalética algunos no la respetan y esto termina en accidentes que afectan las actividades y el bolsillo de los involucrados.
Hasta a la próxima con más Tiempo.