El plástico es un material esencial en la vida moderna, pero su uso desmedido, especialmente en productos de un solo uso, ha generado una crisis ambiental global. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la dependencia del plástico está causando un problema de residuos sin precedentes que afecta a todos los ecosistemas del planeta.
Cada minuto, en todo el mundo, se compran un millón de botellas plásticas y se utilizan hasta 5 billones de bolsas de plástico, señala el PNUMA. De todo el plástico fabricado, el 36% se destina a empaques y, de estos, el 85% termina como basura no gestionada adecuadamente o en vertederos.
Lo más preocupante es que el 98% de los productos plásticos de un solo uso provienen de combustibles fósiles vírgenes, lo que no solo agrava la crisis de residuos, sino que también contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, las botellas y bolsas no son el desecho más común. Las colillas de cigarrillo, un pequeño pero omnipresente residuo, son el principal contaminante plástico de un solo uso en el mundo. El PNUMA estima que mil millones de personas consumen alrededor de seis billones de cigarrillos cada año, y muchas de esas colillas terminan en el medio ambiente.
A pesar de su tamaño reducido, el impacto de las colillas es enorme. Un proyecto de limpieza en Reino Unido, que contó con más de 500 voluntarios, reveló que las colillas fueron los residuos plásticos más abundantes recogidos, seguidas de tapas de bebidas y envoltorios de alimentos.
El principal componente de los filtros de cigarrillo es el acetato de celulosa, un microplástico que tarda décadas en degradarse y que, además de liberar partículas peligrosas, contamina el agua y el suelo. Las colillas no solo son difíciles de eliminar, sino que también contienen productos químicos que agravan el impacto ambiental.
Otros desechos plásticos comunes incluyen envoltorios de comida, botellas desechables, tapas de botellas, bolsas de supermercado, popotes y mezcladores de líquidos, productos que utilizamos diariamente sin considerar su efecto a largo plazo en el planeta.
Ante esta crisis, es urgente reducir el uso de plásticos de un solo uso y buscar alternativas sostenibles que puedan mitigar los efectos de estos residuos en el medio ambiente.
