El 24 de octubre se conmemora a San Rafael Arcángel, cuyo nombre significa «Curación de Dios». San Rafael no solo es conocido por su intercesión en la salud física, sino también por su capacidad para sanar el alma. A lo largo de la historia, ha sido venerado como el patrón de los enfermos y los hospitales, trayendo a los seres humanos la energía sanadora de Dios.
San Rafael invita a recordar que el cuerpo es un instrumento sagrado para el espíritu, por lo que debe cuidarse con dedicación y amor. Además de su vínculo con los enfermos, es el protector de los ciegos, los médicos, las enfermeras y los viajeros, brindando su compasión y guía a aquellos que enfrentan cualquier tipo de mal físico, mental, emocional o espiritual.
En las Escrituras, se menciona a San Rafael como el acompañante y protector del joven Tobías en un importante viaje, ayudándole a sortear peligros y ofreciendo su sabiduría en momentos cruciales. Esta misión lo ha vinculado como el protector de los viajeros, a quienes resguarda en sus trayectos.
La tradición cristiana recomienda encomendarse a San Rafael a través de una oración especial para pedir su protección antes o durante un viaje, confiando en su luz y sabiduría para asegurar un camino seguro y lleno de bienestar. Con su cayado, símbolo de apoyo espiritual, San Rafael guía y protege a quienes lo invocan.
Oración a San Rafael para pedir protección en un viaje
San Rafael, arcángel celestial, te imploro hoy tu protección especial. En este viaje que emprendo ahora, guíame con tu luz y tu sabiduría a toda hora.
Envuelve mi camino con tus alas, aleja los peligros y las malas jugadas. Que tus manos sanadoras me resguarden, y en cada paso, tu presencia sea mi guarda.
Oh san Rafael, mensajero divino, intercede ante Dios, nuestro padre benigno. Que su gracia me acompañe en este trayecto, y que su amor sea mi amparo y mi perfecto.
Que en mi viaje encuentre paz y bienestar, que la fortuna me acompañe al caminar.
Que mis propósitos sean cumplidos con éxito, y que regrese sano y salvo, ese es mi objeto.