En la noche del 31 de octubre, Cedral se vio envuelto en una violenta balacera que generó alarma y miedo en la comunidad, sin embargo, la respuesta de Cinthia Segovia ha sido, hasta el momento, escasa e irresponsable. En lugar de condenar los hechos o informar a la ciudadanía sobre lo sucedido, Segovia decidió enfocarse en la celebración de Halloween, ignorando las serias preocupaciones del otro sector de la población por su seguridad.
Mientras en redes sociales y algunos medios locales circulaban informes de la balacera y el posible involucramiento de elementos de la Guardia Nacional, la presidenta optó por minimizar la situación y no brindó información sobre el estado de los agentes ni aclaró detalles de los enfrentamientos. Al momento de la elaboración de esta nota, no ha emitido ningún comunicado oficial para explicar lo ocurrido ni informar si hubo heridos o cómo sucedieron los hechos, dejando a la comunidad sin respuestas.
Este silencio de Segovia, sumado a su falta de empatía al preferir celebrar Halloween en medio de un contexto de violencia, ha generado críticas entre la ciudadanía que exigen responsabilidad. Su indiferencia es un reflejo de la falta de compromiso de las autoridades locales en situaciones críticas, y el abandono de su deber de informar y proteger a la comunidad.