El 2 de noviembre se ha convertido en una fecha especial para San Luis Potosí, no solo por la celebración del Día de Muertos, sino porque en este día, desde hace años, los potosinos se preparan para enfrentarse a sus miedos en el Teatro de la Paz con la presentación de «La Dama de Negro». Conmemorando también los 130 años de la fundación de este icónico teatro, esta obra ha regresado una vez más para recordarnos que el terror no solo vive en las historias, sino en las emociones que despiertan.
Dos actores de renombre, Benjamín Rívero y Rafael Perrín, nos sumergen en una experiencia única, acompañados por apenas dos sillas, un baúl, el subconsciente del espectador y la oscuridad que envuelve todo. «La Dama de Negro» no necesita de grandes escenografías ni efectos especiales para lograr que el público experimente una sensación de peligro constante; cada sonido y sombra son suficientes para que el terror sea una presencia tangible en la sala.
Desde su estreno en 1994, esta obra ha cautivado a generaciones de espectadores en México, quienes se adentran en la historia de Arthur Kipps, un hombre atormentado por un pasado oscuro que decide enfrentar sus miedos y llevar su relato al teatro con la ayuda del director escénico John Morris. Ambientada en la Inglaterra de principios del siglo XX, la obra envuelve al espectador en un ambiente de misterio y suspenso, guiándolo hacia un enfrentamiento directo con la enigmática y aterradora Dama de Negro.
El segundo acto es una auténtica montaña rusa emocional, donde el miedo se intensifica hasta que las risas nerviosas del público se convierten en gritos de auténtico pavor. Con cada escena, la intriga y el terror se entrelazan de manera magistral, logrando que los asistentes sientan que una presencia sobrenatural los observa desde las sombras. Al finalizar, el silencio del público es un testamento del impacto de esta historia, una obra que convierte el miedo en un arte y deja una huella en quienes se atreven a verla.
«La Dama de Negro» es, sin duda, una joya del teatro de terror en México. Con su mezcla perfecta de actuación, tensión y narrativa, esta obra ha demostrado ser un clásico que perdura y sigue cautivando nuevas generaciones. San Luis Potosí ya espera con ansias su próxima visita en noviembre de 2025, sabiendo que el terror que nos une en el Teatro de la Paz cada 2 de noviembre, es una tradición que no queremos, ni podemos, dejar escapar.
Los inicios de » La Dama de Negro»
Han pasado tres décadas desde que «La Dama de Negro» subió por primera vez al escenario, y el temor inicial de sus creadores era uno muy diferente al que los espectadores sentirían después. Cuando el productor Antonio Calvo, junto a Rafael Perrín y el inolvidable Germán Robles, estrenaron la obra hace 30 años, se preguntaban si el público realmente sentiría miedo. Lo que nadie esperaba era el resultado: filas abarrotadas, gritos aterrorizados y el nacimiento de una leyenda en el teatro de terror.
Desde entonces, la obra ha evolucionado, adaptándose a los avances tecnológicos sin perder su esencia original. Los efectos de sonido y la iluminación han alcanzado un nivel impresionante, mientras que la puesta en escena se ha compactado en un solo acto para mantener la tensión y no dar respiro al espectador. Pero, aunque el mundo ha cambiado, la magia de «La Dama de Negro» sigue siendo la misma: transportar al público a un terror palpable, donde los personajes pueden aparecer frente a ellos, sin la seguridad de una pantalla entre ambos.
La obra ofrece una experiencia única, permitiendo al público sumergirse en una atmósfera de miedo tangible y real. En un teatro, no hay escape posible, y eso es parte de lo que la hace tan atractiva. Jóvenes y adultos, acostumbrados a los efectos especiales del cine, encuentran en «La Dama de Negro» un terror vivo, inmediato y capaz de tocarles el alma. Como bien dice su director Rafael Perrín, “la obra rescata a la gente de ese mundo tecnológico”, brindándoles una experiencia que solo el teatro puede ofrecer.
¿Fantasmas en el teatro?
Pero el terror no solo queda en el escenario. «La Dama de Negro» está llena de anécdotas que parecen desafiar la lógica, historias de actores y técnicos que aseguran haber vivido experiencias inexplicables. Patricia Perrín, quien ha interpretado al inquietante personaje de La Dama desde los inicios, cuenta cómo, durante una temporada en el Foro Shakespeare, la puerta del baño donde se desmaquillaba comenzó a abrirse sola, pese a estar cerrada con seguro. La actriz forcejeó con la puerta, sintiendo como si algo la jalara desde el otro lado, pero nunca pudo explicar lo ocurrido.
Incluso el propio Rafael Perrín fue víctima de la intensidad de la obra, cuando, después de diez días de funciones, sufrió un infarto. Durante algunos años, los médicos le prohibieron participar, pero el llamado de «La Dama de Negro» es difícil de resistir y volvió a las funciones. Además, muchos espectadores aseguran haber visto a un niño durante la obra, una aparición que no forma parte del guion y que ha sido reportada en diferentes ciudades de México, alimentando la leyenda de lo sobrenatural.
30 años de festejos
La obra de teatro también ha sido motivo de celebraciones únicas. Cuando cumplió 15 años, su aniversario fue conmemorado con una placa en la Catedral Metropolitana, develada por la actriz Carmen Salinas. En su aniversario 23, la puesta en escena reunió a 500 personas en el Ángel de la Independencia. Y este año, al celebrar 30 años, el equipo ya planea un homenaje especial al querido Germán Robles, quien ayudó a dar vida a esta obra desde sus primeros días.
A pesar de los años, «La Dama de Negro» continúa en los escenarios, convirtiéndose en una tradición del teatro de terror en México, y por supuesto, en San Luis Potosí, demostrando que algunas historias nunca pierden su capacidad de aterrorizar. Como lo fue en aquel primer día, la obra sigue siendo una mezcla perfecta de modernidad y esencia, de arte y miedo real, cautivando a quienes se atreven a sumergirse en el oscuro mundo de «La Dama de Negro». Y tú ¿Vas a ir… o tienes miedo?