El Gobierno de México reafirmó su compromiso con el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) al asignar un apoyo directo de 136 mil millones de pesos para cubrir sus amortizaciones de deuda en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025, presentado este viernes al Congreso por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De acuerdo con el PPEF 2025, Pemex proyecta un superávit financiero de 249 mil millones de pesos y un techo de gasto para servicios personales de 114 mil millones de pesos. La transferencia gubernamental, según el documento, busca respaldar a la petrolera estatal con la condición de que Pemex mejore su balance financiero por la misma cantidad, generando un efecto neutral en el déficit del sector público.
Además del apoyo directo, el gobierno planea implementar el denominado “Derecho Petrolero del Bienestar”, enfocado en apoyar los objetivos de producción de hidrocarburos y reducir la deuda de la empresa. Sin embargo, el presupuesto público anual asignado a Pemex se reducirá en 37 mil 681 millones de pesos, representando un gasto programable de 464 mil 255 millones de pesos para 2025, un 7.5% menos que en 2024.
Pemex jugará un papel clave en los ingresos públicos mediante la producción y exportación de hidrocarburos. Para 2025, se estima un precio del barril de petróleo en 59.04 dólares y una producción diaria promedio de 1.9 millones de barriles, cifras que sustentan las metas económicas del gobierno.
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó esta mañana su primer paquete económico, que contempla un gasto neto total de 9.02 billones de pesos, ligeramente por debajo de los 9.04 billones aprobados para 2024. Este presupuesto implica una reducción del gasto público del 1.9% y un descenso del déficit a 3.2% del PIB, tras alcanzar cerca del 6% en 2024.
El gobierno mexicano subrayó que el respaldo financiero a Pemex busca garantizar su papel estratégico en el sector energético y fortalecer su capacidad de contribuir al desarrollo económico del país. Sin embargo, el ajuste presupuestal reflejará un equilibrio entre las necesidades de la petrolera y la responsabilidad fiscal del país.
Este enfoque resalta el compromiso de la administración por mantener a Pemex como un motor de ingresos públicos, al tiempo que promueve la estabilidad económica a través de un manejo más sostenible de las finanzas públicas.