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Estados Unidos le declara la guerra Google

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha dado un paso contundente en su lucha por controlar el monopolio que, según las autoridades, mantiene Google en el mercado de búsquedas en internet. A través de una petición judicial, se solicitó a los tribunales que la empresa tecnológica se desprenda de activos clave como el navegador Google Chrome y el sistema operativo Android, utilizados por millones de usuarios en todo el mundo.

Una de las medidas más significativas incluidas en la solicitud busca que Google deje de pagar a sus socios, entre ellos Apple, para que su motor de búsqueda continúe siendo el predeterminado en navegadores y dispositivos. Esta práctica ha sido señalada como una de las estrategias principales de la compañía para consolidar su dominio en el mercado.

El Departamento de Justicia también propuso que Google no vuelva a participar en el mercado de navegadores web durante los próximos cinco años. Esta medida apunta a reducir su influencia y abrir espacio a competidores en un sector dominado ampliamente por su tecnología

El caso, que representa uno de los mayores desafíos antimonopolio en décadas, tiene como objetivo limitar el control de Google sobre el ecosistema digital. Según las autoridades estadounidenses, la compañía ha utilizado su posición privilegiada para sofocar la competencia y reforzar su hegemonía en las búsquedas en línea, obteniendo beneficios multimillonarios a costa de sus rivales

La resolución de este caso podría cambiar las reglas del juego no solo en Estados Unidos, sino también en el panorama digital global. Si la justicia falla a favor de la propuesta, esto podría obligar a Google a replantear su modelo de negocios y dar mayor oportunidad a competidores para ganar terreno en los mercados de navegadores y sistemas operativos.

Hasta el momento, Google no ha emitido una declaración oficial sobre esta nueva solicitud, pero se espera que defienda su posición argumentando que sus prácticas son legítimas y benefician a los consumidores.

Este caso, que avanza en un contexto de creciente escrutinio a los gigantes tecnológicos, marcará un precedente crucial en la regulación de las grandes plataformas digitales en los próximos años.