Enrique “Kiki” Camarena, agente especial de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), es una figura central en la historia de la lucha contra el narcotráfico en México. Su investigación contra el Cártel de Guadalajara a principios de los años 80 no solo marcó un hito en la cooperación entre México y Estados Unidos, sino que también desencadenó uno de los eventos más oscuros en la historia del combate al crimen organizado: su secuestro, tortura y asesinato.
Los inicios de una misión peligrosa
Nacido el 26 de julio de 1947 en Mexicali, Baja California, Camarena emigró con su familia a California y posteriormente se alistó en la DEA en 1974. Fue asignado a Guadalajara en 1980, donde rápidamente se enfocó en desmantelar las operaciones del Cártel de Guadalajara, liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, alias «Don Neto».
Camarena y su equipo lograron identificar y documentar las actividades ilícitas del cártel, que para entonces era el mayor productor y distribuidor de marihuana y cocaína en México. Una de sus investigaciones más importantes llevó al descubrimiento de «El Búfalo», un extenso rancho en Chihuahua donde el cártel cultivaba marihuana en proporciones industriales. En 1984, gracias a la información proporcionada por Camarena, las autoridades destruyeron el plantío, afectando severamente las operaciones del cártel.
El secuestro y asesinato
El 7 de febrero de 1985, Camarena fue secuestrado en Guadalajara mientras se dirigía a encontrarse con su esposa para almorzar. Fue llevado a una propiedad de Caro Quintero, donde fue sometido a interrogatorios brutales y tortura durante más de 30 horas. Su cuerpo fue encontrado un mes después, con claras señales de tortura, en un rancho de Michoacán.
Repercusiones y controversias
La muerte de Camarena desató una crisis diplomática entre México y Estados Unidos. La DEA lanzó la Operación Leyenda, la mayor investigación en la historia de la agencia, con el objetivo de capturar a los responsables. Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo fueron arrestados poco después, pero Félix Gallardo continuó operando desde prisión hasta su traslado a un penal de máxima seguridad en 1989.
El caso también puso en evidencia la corrupción generalizada en las instituciones mexicanas, ya que varios altos funcionarios y policías locales estuvieron implicados en el secuestro de Camarena. Documentos desclasificados y testimonios posteriores sugieren que agentes de inteligencia de Estados Unidos y autoridades mexicanas podrían haber tenido conocimiento previo de los riesgos que enfrentaba Camarena, lo que ha generado dudas sobre si fue abandonado a su suerte.
El legado de «Kiki» Camarena
La trágica muerte de Camarena marcó un antes y un después en la lucha contra el narcotráfico. En su honor, se creó el programa Red Ribbon Week en Estados Unidos, que promueve la prevención del uso de drogas. Además, su historia ha inspirado investigaciones, documentales y series de televisión, como Narcos: México, que han contribuido a visibilizar los peligros y el impacto del narcotráfico.
Hoy, el caso de Enrique Camarena sigue siendo un símbolo del sacrificio en la lucha contra el crimen organizado y un recordatorio de los complejos desafíos que enfrenta el combate al narcotráfico en México y el mundo.