La 82º entrega de los Golden Globes, celebrada la noche del domingo, coronó a «Flow» como la mejor cinta de animación del año. Esta película, dirigida por el cineasta Gints Zilbalodis, ha capturado los corazones del público con su narrativa visual única y su poderoso mensaje, convirtiéndose en un fenómeno cultural que resuena con personas de todas las edades.
«Flow» cuenta la historia de un gatito negro que despierta en un mundo inundado, donde la humanidad ha desaparecido. A lo largo de su aventura, el pequeño felino se une a un grupo de animales (un capibara, un lémur y un perro) para enfrentar los retos de este nuevo mundo. La trama aborda temas como la colaboración, el autodescubrimiento y el equilibrio con la naturaleza, todo sin necesidad de diálogos, dejando que las acciones y emociones transmitan el mensaje de manera contundente.
Con una animación minimalista y cargada de simbolismo, «Flow» destaca por su calidad artística e innovación. Desde su estreno, la cinta ha sido ampliamente elogiada por críticos y audiencias, sumando ya 26 premios internacionales, incluido el prestigioso Festival Annecy, dedicado a la animación.
El proyecto, que tardó cinco años en completarse, destaca por ser una obra casi completamente realizada por Zilbalodis, quien se encargó de la dirección, guion, diseño de producción, fotografía y banda sonora. Además, la película toma inspiración de culturas como la tibetana y la maya, creando un universo atemporal lleno de simbolismo.
