La crisis educativa en el Altiplano Potosino se agrava ante la falta de docentes en diversas escuelas. Sin embargo, el titular del Sistema Educativo Regular (SEER), Crisógono Sánchez Lara, niega la situación y asegura que solo se trata de una reestructuración interna. “Había una cuestión de poner orden en el Altiplano, mientras en algunas escuelas nos sobraban maestros, en otras nos faltaban. Naturalmente hicimos una reestructuración, acomodamos maestros de acuerdo a su perfil para no desatender la educación”, justificó Sánchez Lara.
Pese a sus declaraciones, el propio funcionario reconoció que solo se ha logrado avanzar un 20% en la reestructuración y minimizó el problema al afirmar que “faltan solo uno o dos maestros”, cuando en realidad la situación es mucho más grave. La realidad que enfrentan los estudiantes y sus familias es completamente distinta a lo que señala el titular del SEER. Cada semana, planteles en distintos municipios del Altiplano han sido cerrados por los propios padres de familia en protesta, debido a la falta de docentes.
La ausencia de profesores ha provocado que los estudiantes no reciban sus clases completas, afectando su formación académica. Los inconformes han señalado que la única respuesta concreta del SEER ha sido juntar grupos, lo que ha derivado en salones con hasta 60 alumnos bajo la tutela de un solo maestro. Esta medida, lejos de solucionar el problema, ha complicado aún más la enseñanza, ya que los docentes no pueden brindar la atención adecuada a cada estudiante.
A pesar de las constantes protestas y solicitudes de solución por parte de la comunidad, el SEER no ha dado una respuesta clara ni un plan concreto para resolver la situación. Mientras tanto, los más perjudicados siguen siendo los niños del Altiplano, quienes, lejos de recibir la educación de calidad que merecen, ven afectado su derecho fundamental a aprender en condiciones óptimas.
