El mango es una de las frutas más representativas de México, apreciada por su sabor y versatilidad. Su temporada va de febrero a agosto, lo que permite disfrutar de su dulzura durante gran parte del año. Este fruto tropical se cultiva en 23 estados del país, aunque Sinaloa, Guerrero, Nayarit y Chiapas son los principales productores, generando dos terceras partes del volumen nacional.
México cuenta con condiciones ideales para su cultivo, ya que el mango requiere un clima tropical con periodos alternados de lluvia y sequía para su correcta floración. México ofrece una gran diversidad de mangos, entre los más populares se encuentran:
- Mango Ataulfo: Originario de Chiapas, de pulpa dulce y cremosa.
- Mango Kent: Dulce, jugoso y de baja fibra, con un tono rojo intenso y amarillo.
- Mango Keitt: De sabor entre dulce y ácido, con pulpa firme y sin fibra.
- Mango Tommy Atkins: De cáscara roja intensa que madura a un tono verde oscuro con pigmentos rojos.
- Mango Haden: Con piel verde y amarilla con puntos blancos, ideal para ensaladas y platillos fríos.
- Mango Manila: Suave y sin fibra, utilizado en la repostería por su textura fina.
Aunque el mango es originario del sureste de Asia, México ha logrado consolidarse como uno de los principales productores y exportadores del mundo. En 2019, las exportaciones alcanzaron su punto más alto con 450,524 toneladas enviadas a 38 países. Estados Unidos es el mayor comprador, con aproximadamente 326,633 toneladas adquiridas.
Además de su delicioso sabor, el mango es una fruta rica en fibra y una fuente importante de vitaminas A, C y E, ácido fólico, hierro, calcio y zinc. Su alto contenido de azúcares naturales lo convierte en una excelente opción para obtener energía de manera saludable.
