La gestión de Juan Carlos Pérez Mendoza al frente de los Servicios de Agua Potable, Saneamiento y Alcantarillado de Matehuala (SAPSAM) ha alcanzado niveles insostenibles de ineficiencia y descaro. Mientras la población sufre por la escasez de agua, el titular del organismo se dedica a justificar su ineptitud y a derrochar el vital líquido.
La recurrente excusa del «mantenimiento de la red de distribución» ya no es creíble. Los matehualenses exigen soluciones tangibles y resultados inmediatos, pues, en los últimos días son más las colonias que sufren por la falta de agua sin que exista capacidad de SAPSAM para dar solución.
Las imágenes, que se hicieron virales en 2024, de Juan Carlos Pérez disfrutando del agua en albercas privadas mientras la población sufre la escasez, evidenció un desprecio total de parte de la población por la falta de ética intolerable.
Habitantes han llegado al hartazgo derivado de los tandeos incumplidos y la falta de soluciones efectivas. Se sienten desprotegidos ante la falta de transparencia sobre el destino final de los recursos que se recaudan mientras cada día se distribuye menos agua en Matehuala. El agua, en el municipio se ha vuelto un lujo y no un derecho fundamental.
