Durante décadas, el reciclaje ha sido presentado como la principal solución para combatir la contaminación por plásticos. Sin embargo, un reciente informe del Center for Climate Integrity pone en entredicho la eficacia de esta estrategia, al afirmar que se trata más de una ilusión promovida por la industria que de una solución viable.
El informe, titulado El fraude del reciclaje de plástico, sostiene que las grandes compañías han impulsado campañas que presentan al reciclaje como una solución ambiental efectiva, cuando en realidad sabían que la mayoría de los plásticos no son reciclables a gran escala. Davis Allen, representante del Centro para la Integridad Climática, explicó que el verdadero objetivo de estas campañas nunca fue reciclar, sino hacer creer al público que el proceso funcionaba.
Las cifras respaldan esta afirmación. En México se generan 5.7 millones de toneladas de residuos plásticos cada año, de los cuales más de la mitad son mal manejados, según el Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica. A nivel global, solo el 9% del plástico es reciclado de manera efectiva.
El documento también presenta evidencias como notas de reuniones, material de archivo y testimonios de ex empleados del American Chemistry Council. En una conferencia de 1989, un líder del sector reconoció que el reciclaje “no puede continuar indefinidamente y no resuelve el problema de los residuos sólidos”. Según Allen, la industria siempre vio el reciclaje como un problema de imagen, no como un reto técnico. La complejidad química del plástico, elaborado a partir de petróleo y gas, dificulta que sus diferentes variantes puedan reciclarse juntas, lo que encarece y entorpece el proceso.
En los años 80, ante las propuestas de prohibir ciertos productos plásticos en algunas ciudades de Estados Unidos, la industria optó por promover el reciclaje como una solución superficial. Hoy, activistas como Jan Dell advierten que las campañas actuales replican los mismos discursos de hace 30 años, con promesas de tecnologías avanzadas que aún no se concretan.
El American Chemistry Council ha respondido que el informe es “defectuoso” y “obsoleto”, asegurando que existen esfuerzos reales por transformar la forma en que se fabrica y recicla el plástico. No obstante, se estima que la producción mundial de plásticos podría triplicarse para 2050, lo que ha encendido las alertas a nivel global.
Aunque el reciclaje sigue siendo una herramienta útil, muchos expertos coinciden en que la solución de fondo está en reducir la producción de plásticos. Fabricar menos, reutilizar más y reciclar de manera más efectiva son los pilares que realmente pueden frenar la creciente contaminación por este material. El conocido lema de «reducir, reutilizar y reciclar» cobra más vigencia que nunca.
En la práctica, el énfasis se ha puesto casi exclusivamente en el reciclaje, pese a sus limitaciones. A esto se suma el hecho de que muchas personas no separan correctamente sus residuos, lo que agrava aún más el problema. Si no se cambia el enfoque, el reciclaje podría seguir siendo más una promesa vacía que una solución real.