La Semana Santa fue aprovechada por varios funcionarios y servidores públicos para tomarse unas vacaciones. Esta pausa administrativa generó interrogantes sobre su impacto en la eficiencia pública, especialmente al observar a funcionarios, incluso con poco tiempo en sus cargos, disfrutar de un extenso periodo de descanso.
Si bien el derecho al asueto es legítimo, la ciudadanía podría percibir una discontinuidad en los servicios esenciales. En Matehuala, por ejemplo, la calle de Jaime Nunó está perforada por lo que el alcalde Raúl Ortega considera una obra. Tan solo eso deja claro que hay muchas cosas que hacer y que a nadie le interesa que se termine. Eso sí, hubo muchas fotos pal Face. Solo asuntos que requerían su presencia por protocolo. Como quiera, “la chamba puede esperar”.
Por cierto, Raúl Ortega se ve distraído, algo trae en mente que no es precisamente pensamiento de trabajo. En los eventos cambia nombres, apellidos o algo pasa que no va de acuerdo con lo que se presenta. Uno de tantos fue en la inauguración de la Copa Matehuala, donde le cambió el apellido al exfutbolista Alberto Coyote y le dijo Alberto Toro. Se vio que al deportista no le agradó ese “gesto” de Raúl. Hasta de la tribuna le gritaron que era “Coyote”, pero el alcalde ni en cuenta.
Otro de los que también se dieron su autollamado “merecido descanso” de la presidencia fue el alcalde de Villa de La Paz, Juan Gómez. Amante del béisbol, dejó la silla presidencial para dedicarle tiempo al Campeonato Estatal de Béisbol que se realizó en Moctezuma. Como el trabajo lo espera, dijo que en los días santos se daría la oportunidad de hacerla de mánager de la selección de Villa de La Paz. Y por cierto, fue un fracaso total y rotundo. Tuvo que hacer movimientos para poder calificar.
Otros desaparecidos fueron Cinthia Segovia, presidenta de Cedral, y Javier Sandoval, también alcalde, pero de Catorce. Ellos sí desaparecieron totalmente, no se les vio por los municipios. ¡Qué buena vida! A Cinthia le hace la chamba el gober, y a Sandoval, pues…
En general, el Altiplano se vio afectado en el turismo. Antes se veía a la gente emocionada por andar en las calles de Matehuala, y no se diga de Catorce. Ahora ya le piensan para viajar a este punto geográfico de la República Mexicana, porque nada más de saber que tienen que pasar por Matehuala y ¡sopas!, mejor se olvidan de este viajecito.
Está la inseguridad a todo lo que da. En pleno 2025 se revive aquel grito de guerra de los Huachichiles para advertir que “No vengan”. Lo triste de esto es que impacta en la economía local, el dinero no se mueve y todo porque no hay un gobierno que busque el bienestar para los comerciantes.
La promoción de las actividades culturales y deportivas fue muy superficial. Nada fue explotado, y si a eso se le suma que el béisbol no se realizó en este municipio, pues menos se le va a dar vuelta al dinero. Falta ver si a medio año hay Feria de Fundación, que tampoco mueve tanto el turismo ni el comercio.
Por lo tanto, si en este medio año que va de la nueva administración ya la gente está harta, cuando llegue el tercero, a este paso, Matehuala va a estar verdaderamente echado a la basura.
Es muy pronto, pero ya que estamos hablando de ferias… Cedral podría dar un “boom” en este evento. No se duda que ya haya gestiones para que en ese municipio se ofrezca un espectáculo de alto nivel musical.
Hasta la próxima, con más Tiempo.