En un gesto que ha conmovido a miles de fieles, el Papa León XIV realizó una visita inesperada al histórico santuario agustino de Santa María delle Grazie, ubicado a las afueras de Roma. La visita, que no figuraba en la agenda oficial del pontífice, tomó por sorpresa a los religiosos y visitantes del santuario, quienes recibieron al Santo Padre con muestras de júbilo y emoción.
Según testigos presenciales, León XIV dedicó un tiempo a recorrer el santuario, admirando sus obras de arte y conversando con los frailes agustinos sobre la historia y espiritualidad del lugar. El pontífice expresó su admiración por la labor de la orden agustina y su contribución a la Iglesia a lo largo de los siglos.
Tras su visita al santuario, León XIV se dirigió en privado a la Basílica de San Juan de Letrán, donde se encuentra la tumba de San Francisco de Asís. Allí, el Santo Padre permaneció en oración durante varios minutos, en un momento de recogimiento y profunda espiritualidad