La calle Jaime Nunó, en Matehuala, cumple en mayo siete meses desde que fue abierta para su rehabilitación por orden del alcalde Raúl Ortega Rodríguez. Desde entonces, lo que comenzó como una promesa de modernización y mejora urbana, se ha convertido en un símbolo de abandono, frustración y enojo para los vecinos del sector.
La obra, que abarca el tramo comprendido entre la calle Libertad y la calle Independencia, fue inaugurada el 11 de noviembre de 2024 con la promesa de dotar a esta vialidad de infraestructura sanitaria nueva y pavimentación con concreto hidráulico. Sin embargo, a más de 200 días del arranque, la realidad dista mucho del discurso oficial.
Vecinos de la zona denuncian que las obras fueron abandonadas a medio camino, dejando la calle intransitable y en peores condiciones de las que presentaba antes de la intervención. Calles llenas de escombros, zanjas abiertas, polvo constante y falta de accesos adecuados son parte de la rutina diaria para quienes habitan o transitan por Jaime Nunó.
Los problemas no surgieron únicamente con el abandono de la obra. Desde la primera etapa del proyecto se reportaron deficiencias importantes en la planeación, como rampas para personas con discapacidad que resultaron mal diseñadas e inservibles, lo que refleja una falta de atención a criterios de accesibilidad y seguridad.
La prolongación de las obras ha impactado no solo la movilidad, sino también la economía local. Comerciantes reportan una disminución drástica en sus ventas debido a que los clientes evitan transitar por la zona. Además, algunos vecinos han tenido que modificar sus rutinas diarias, caminar distancias más largas para tomar transporte público, y en casos de emergencia médica, se han visto obligados a cargar personas mayores o enfermas hasta calles donde puedan acceder vehículos.
Lo que inició como un proyecto de rehabilitación urbana se ha transformado en un símbolo del rezago, la desorganización institucional y la falta de compromiso por parte del gobierno municipal. A pesar de los reiterados llamados, las súplicas y la presión mediática, no ha habido avances tangibles ni respuestas claras por parte de la administración del alcalde Raúl Ortega Rodríguez.
Mientras tanto, los vecinos han comenzado a usar la ironía como forma de protesta. “Feliz cumpleaños a la calle Jaime Nunó”, dicen, aludiendo a los 200 días de una obra que parece no tener fin. Y lo peor, aseguran, es que si todo sigue igual, no será el único aniversario que se conmemore.