El Centro de Conciliación Laboral (CCL) delegación Matehuala se encuentra bajo el ojo del huracán tras denuncias de corrupción, nepotismo y un trato déspota por parte de la encargada, Aída Torres Gastelum. Afectados que buscan resolver conflictos aseguran que la imparcialidad brilla por su ausencia, inclinándose la balanza a favor de empresas que presuntamente ofrecen sobornos.
Ciudadanos que han acudido al Centro de Conciliación relatan irregularidades que pone en tela de juicio la imparcialidad del proceso. Describen a la Lic. Aída Torres Gastelum con un trato “déspota”, y las denuncias de nepotismo se han vuelto constantes, señalando que la encargada asigna casos de manera preferencial a su hijo, Reynaldo Galileo.
Sin embargo, las acusaciones más alarmantes giran en torno a las presuntas acciones de Reynaldo Galileo. Se le señala de amedrentara los demandantes para que entreguen dinero, sugiriendo que resolver sus casos depende de superar lacantidad que las empresas presuntamente pagan a la Delegación de Matehuala.
Si el monto ofrecido porel demandante no satisface estas expectativas, el caso se considera“perdido”. Esta práctica, de confirmarse, constituiría una forma de extorsión descarada que deja a los afectados sin una vía confiable para la justicia laboral. La situación ha disparado la desconfianza de los trabajadores que solicitan o están por solicitar los servicios del CCL.
La efectividad de la dependencia, institución clave para la resolución de disputas fuera delos tribunales, se ve comprometida por estas graves acusaciones que no solo desacreditan la misión del centro, sino que también atentan contra el derecho de los ciudadanos a un proceso justo.
