Con escasa asistencia y prácticamente sin difusión previa, el Atlético de San Luis llevó a cabo su primer Foro de Abonados 2025, un ejercicio que, en teoría, pretendía abrir canales de diálogo entre la directiva y la afición. La intención era buena: escuchar al hincha, rendir cuentas y ofrecer certezas sobre el futuro inmediato del equipo. Pero la ejecución dejó mucho que desear. El escenario fue el estadio Alfonso Lastras Ramírez. Ahí estuvieron presentes Jacobo Payán, presidente del club; Rodrigo Incera, director general; e Íñigo Regueiro, director de Futbol. Los tres ofrecieron discursos cargados de intenciones y palabras clave como “compromiso”, “trabajo” y “lealtad”.
Se presentó, entre otras cosas, el nuevo Plan de Lealtad para abonados, un intento por premiar a quienes siguen al equipo torneo tras torneo. Hasta ahí, todo parecía avanzar con cierto orden. Pero al abrirse el micrófono al público, el ambiente cambió. Los cuestionamientos llegaron sin rodeos: ¿por qué se van jugadores clave? ¿Dónde están los refuerzos? ¿Por qué cada seis meses se repite el ciclo de ilusión y decepción? ¿Por qué no se sostiene un proyecto técnico a largo plazo? Íñigo Regueiro, como vocero principal de lo deportivo, intentó responder.
Habló sobre el interés en traer al español Guillermo Abascal como próximo entrenador, aunque reconoció que aún no hay nada firmado. Y ante las preguntas más incómodas, se refugió en las frases de siempre: “estamos trabajando”, “queremos ser protagonistas”, “el proyecto es serio”. Pero la afición no escuchó respuestas concretas. Solo promesas. Solo más de lo mismo. Y es que eso es justamente lo que más cala entre los seguidores del Atlético de San Luis: la repetición de un modelo que ya todos conocen. Un técnico llega, tiene un buen arranque, el equipo se mete a Liguilla… y entonces se desmantela la plantilla, se pierden piezas clave y el proyecto se viene abajo. Seis meses después, hay un nuevo entrenador, y la historia comienza otra vez.
Regueiro ha tenido aciertos, no se puede negar. Los técnicos que han pasado por San Luis dejaron huella. Algunos jugadores llegaron y rindieron. Pero también es cierto que el club parece incapaz de sostener esos momentos de bonanza. Falta continuidad. Falta un plan con visión de futuro. Y sobre todo, falta una directiva que sea clara y honesta con su afición. Hoy, mientras otros equipos anuncian refuerzos, renuevan planteles o definen proyectos técnicos, San Luis sigue varado en la incertidumbre. No hay entrenador oficial. No hay contrataciones confirmadas. Y lo único que hay son discursos reciclados y un foro que, aunque intentó acercar a la directiva con los abonados, terminó evidenciando que están algo lejos de recuperar la confianza de su gente.
El Foro de Abonados 2025 pudo ser el inicio de un nuevo camino. Pero se pareció demasiado a un déjà vu. Otra promesa. Otra vez “estamos trabajando”. Y otra vez, la sensación de que al Atlético de San Luis le falta mucho más que buenas intenciones para esta