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¿Que es el Síndrome del Corazón Roto?

El síndrome del corazón roto, o miocardiopatía de Takotsubo, se caracteriza por un abombamiento transitorio del ventrículo izquierdo que imita un infarto, pero ocurre sin obstrucción coronaria significativa. Su detonante suele ser un pico de catecolaminas liberadas durante estrés emocional o físico extremo.

Este fenómeno provoca dolor torácico y cambios electrocardiográficos que confunden al equipo médico. Aun así, la función ventricular suele recuperarse en semanas. Sin embargo, el periodo agudo conlleva riesgos que, como veremos, afectan de manera desigual a hombres y mujeres.

El diagnóstico se establece con ecocardiografía, angiografía coronaria y pruebas de biomarcadores. Estos exámenes descartan lesiones arteriales y revelan el patrón balonizado del ápice, cuya forma inspiró el término japonés «takotsubo», un recipiente utilizado por pescadores locales para capturar cefalópodos.

El síndrome del corazón roto es más letal en hombres

De acuerdo al estudio publicado en Journal of the American Heart Association, la mortalidad intrahospitalaria fue del 5,5 % en mujeres y del 11,2 % en hombres, más del doble. Este patrón se mantuvo estable durante los cinco años analizados, sin signos de mejora.

El análisis multivariante, que ajustó edad, raza y comorbilidades, reveló que ser varón duplicaba el riesgo de fallecer tras un episodio de Takotsubo. Dicho hallazgo subraya la necesidad de protocolos diferenciados y mayor vigilancia en pacientes masculinos.

Además, los hombres presentaron con mayor frecuencia choque cardiogénico, paro cardíaco y accidente cerebrovascular. Estos desenlaces empeoraron su pronóstico y prolongaron la estancia hospitalaria, incrementando los costos y la carga para los sistemas de salud.

Factores fisiológicos y hormonales detrás de la disparidad

Las diferencias hormonales son una primera pista. El estrógeno, abundante en mujeres premenopáusicas, parece ejercer un efecto protector sobre el miocardio al modular la respuesta del sistema nervioso simpático. En hombres, su menor concentración podría dejar el corazón más expuesto a la tormenta catecolaminérgica.

Asimismo, los varones tienden a experimentar el síndrome tras agresiones físicas —cirugías, infecciones o traumatismos— más que por estrés emocional. Estos desencadenantes físicos se asocian a una mayor liberación de catecolaminas y a un estado inflamatorio que agravan la función ventricular.

El tamaño corporal y la masa miocárdica también influyen. Un ventrículo izquierdo más grande puede sufrir mayor tensión parietal durante el balonamiento, facilitando complicaciones como la insuficiencia cardíaca. Sin vigilancia estrecha, estos factores convergen y amplifican la mortalidad masculina.

Complicaciones cardiovasculares frecuentes y su impacto

Según el artículo publicado, aproximadamente uno de cada cinco pacientes desarrolla fibrilación auricular, mientras que más de un tercio enfrenta insuficiencia cardíaca aguda. Ambas complicaciones complican el manejo y elevan el riesgo de eventos tromboembólicos y muerte.