Este domingo se conmemora en muchos países el Día del Padre, una fecha que va más allá de los regalos y las reuniones familiares. Es una oportunidad para reflexionar sobre el papel fundamental que cumplen los padres y figuras paternas en la crianza, el desarrollo emocional y la formación de valores en sus hijos.
Originado a principios del siglo XX en Estados Unidos como una forma de equilibrar la celebración del Día de la Madre, el Día del Padre fue institucionalizado oficialmente en diversos países a lo largo del tiempo. En México, Argentina, Colombia, Chile y gran parte de América Latina, se celebra cada tercer domingo de junio, aunque en otras naciones, como España e Italia, tiene lugar en marzo.
Paternidad en evolución
Lejos de la visión tradicional del padre como proveedor distante, en la actualidad se promueve una paternidad más activa, emocionalmente presente y equitativa. “Los padres de hoy están más involucrados en la crianza, el juego, la educación y el bienestar emocional de sus hijos”, señala el sociólogo Andrés Velasco, especialista en estudios familiares.
Esta evolución ha sido clave para la construcción de vínculos más sanos y para una distribución más justa de las responsabilidades del hogar, contribuyendo también al desarrollo integral de niños y niñas.
Reconocer todas las formas de paternidad
El Día del Padre también es una ocasión para reconocer a quienes, sin compartir lazos biológicos, asumen con amor y compromiso un rol paternal: padrastros, abuelos, tíos, hermanos mayores o madres que hacen las veces de padre y madre.
Asimismo, es un momento importante para reflexionar sobre la ausencia paterna y sus efectos, y para impulsar políticas públicas que fomenten la paternidad responsable, incluyendo licencias de paternidad dignas y programas de educación emocional para padres.
Más que una fecha comercial
Aunque el Día del Padre se ha comercializado en muchas partes del mundo, su esencia sigue siendo la de agradecer y celebrar el impacto profundo que una figura paterna positiva puede tener en la vida de una persona. Ya sea con una carta, una llamada o simplemente compartiendo tiempo de calidad, lo importante es hacer sentir a los padres valorados y queridos.