La región del Altiplano potosino, con Matehuala en su epicentro, se encuentra bajo un escrutinio creciente debido a su marcada actividad sísmica y la vulnerabilidad de su subsuelo. Los recientes eventos telúricos y la aparición de socavones de gran magnitud han encendido las alarmas entre la población y las autoridades, evidenciando la necesidad de acciones preventivas y de monitoreo constante.
El municipio de Guadalcázar, vecino de Matehuala, ha sido escenario de múltiples movimientos telúricos de baja y media intensidad. Estos sismos, aunque no catastróficos, han causado daños recurrentes en la infraestructura de viviendas, generando preocupación entre sus habitantes. La constante vibración del terreno en esta zona sugiere una actividad sísmica persistente que impacta directamente en la estabilidad de las construcciones.
Más recientemente, un sismo con una profundidad de 10 kilómetros fue registrado hacia el norte, en los límites entre Tamaulipas y San Luis Potosí. Si bien este evento fue de menor intensidad para quienes lo sintieron en la zona norte, donde solo reportaron una leve vibración, su cercanía geográfica resalta la dinámica tectónica de la región. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención en Matehuala es la aparición de socavones de grandes magnitudes.
Estos hundimientos del terreno no son un fenómeno aislado y representan una clara señal del reblandecimiento del subsuelo. Esta condición geológica hace al municipio particularmente vulnerable a los sismos. Un subsuelo inestable puede amplificar los efectos de los movimientos sísmicos, aumentando el riesgo de daños estructurales en edificaciones e infraestructura vial.
Las condiciones que vive Matehuala frente a los fenómenos sísmicos que se ven más frecuentes, es necesario que las autoridades, en colaboración con expertos en geología y sismología, refuercen los estudios del subsuelo en Matehuala y sus alrededores. La implementación de programas de monitoreo sísmico más robustos y la educación de la población sobre medidas preventivas, son pasos cruciales para reducir los riesgos.