Según datos históricos, sus inicios se remontan a la ciudad de Nápoles, en Italia, en los barrios más humildes, donde se cocinaba un pan plano en un fogón de leña, el cual era decorado con especias, queso y carnes.
Hay también indicios de que en la época de Darío I el Grande (521-500 a. C.), los soldados griegos comían un pan llamado plakuntos, que era un pan plano decorado con hierbas, especias, ajo y cebolla. También en Persia, los soldados consumían un pan plano con queso fundido y dátiles en la parte superior.
Sin embargo, la forma en que la conocemos hoy en día proviene de la ciudad de Nápoles, Italia, aunque con el tiempo ha tenido modificaciones tanto en sus ingredientes como en su preparación. Como dato informativo, Argentina es el segundo país, después de Italia, con más pizzerías en su haber.